Viajes. Turquía en 4×4. La cuna de la civilización.
Lo vemos a menudo en las noticias de todas las televisiones, es uno de los países favoritos de los españoles a la hora de viajar, pero nos limitamos a ir a Estambul y poco más. Turquía es un buen destino para los que gustamos de movernos fuera del asfalto, y tienen vestigios históricos, que harían enrojecer a otros de más nombre y tradición, ya que están asentados desde hace 13000 años. Lo más importante, es que lejos de los turístico, el país se muestra más interesante y…!muchísimo más barato! Para movernos, lo hicimos con un Fiat 500 X, que se mostró capaz en todos nuestros recorridos, y de consumo contenido. La tracción total fue de agradecer sobre todo en pistas de montaña donde la inclinación es considerable durante muchos kilómetros. El arrancar de parado en pendiente o girar en algunas horquillas, les fue imposible a los turismos convencionales. Lo primero que hay que tener en cuenta es que como en cada país lo famoso o conocido no vale para el resto del territorio. Esto en Turquía se acentúa ya que Estambul o Ankara nada tienen que ver con las zonas rurales del este, y menos aun la costa de Antalya, autentico imán turístico continental. Cuanta más pequeña sea la localidad en la que estemos más genuina será nuestra visita. Los turcos son amables y hospitalarios, aunque entenderse no siempre es fácil, ya que fuera de las zonas turísticas son pocos los que puedan hablar algún idioma extranjero. En pleno siglo XXI hemos tenido que entendernos con señas en más de un establecimiento a la hora de comprar o comer. Teniendo en cuenta que viajábamos una italiana, una alemana y un servidor, todos con conocimiento de otros idiomas, es un dato a tener en cuenta. Los alojamientos, abarcan todos los niveles y presupuestos, con establecimientos de gran lujo y otros más humildes. El denominador común es que el precio es mucho menor de lo que pudiéramos pensar, por lo que no es descabellado desplazarse con la primera y última noche contratadas y buscarnos la vida día a día. La gastronomía, es otro tópico a desmontar, y es que allí no solo se comen Kebabs. La dieta mediterránea los domina todo, y las ensaladas, las verduras, las legumbres, los pescados (en las zonas costeras) y las carnes son el día a día de la comida turca. Importante influencia oriental, sobre todo en las especias y balcánica en algunos métodos de elaboración. Impecables quesos frescos, buen aceite de oliva y variedad de frutos secos, sin olvidar la multitud de productos lácteos que se elaboran. En establecimientos que visitamos, no existía ni carta, estando las posibilidades de menú a la vista en las cortinas de entrada al establecimiento. En cuanto a la bebida, limitado el consumo de alcohol a los hoteles y establecimientos de hostelería que pagan el impuesto para distribuirlo, los refrescos, los zumos de frutas y como no, el té y el café, son los protagonistas de las mesas. En la imagen aparece otra de las opciones, el zumo agrio de zanahoria roja. No hay que probarlo. Mejor, no. Nuestro recorrido a grandes rasgos, arrancó en Haymanna, al sur de la capital, en una zona ideal para las actividades al aire libre con montañas llenas de bosques y abundante vegetación. Tras bordear el Lago Tuz, seguimos rumbo sur alcanzando la localidad de Karapinar. Posterior mente rumbo noroeste, llegando hasta Goreme. Los días sucesivos, se mantuvo oriente como rumbo haciendo noche paulatinamente en Kahramanmaras, el monte Nemrut (imprescindible), Mardin, y Saliurfa. En esta ciudad, el museo arqueológico es espectacular, pero más aun el yacimiento de Gobeklitepe. Por edad y dificultad de elaboración, deja en ridículo a lugares tan emblemáticos como las pirámides de Egipto, Stonehege, o la Gran muralla China. Hablamos de hace más de 13000 años, cuando estos tres lugares tan conocidos debieron esperar miles de años para ser construidos. Conduciremos siempre con precaución, ya que aun en las zonas rurales el carro de tiro con animales se usa, hay rebaños, peatones, etc. Como siempre las ciudades son un poco caóticas, y cuanto mas grandes peor. Ankara es de las mundiamente reconocidad por sus atascos y complicaciones. En algunas vías rápidas, deberemos tener en cuenta que el cambio de sentido se hace desde el carril de la izquierda, girando directamente. Hay radares en muchos puntos y bastante vigilancia, aunque en algunos casos como el de la imagen, es mero atrezzo utilizado de forma disuasoria. Otro teme a tener en cuenta es el hecho de que los nombres en la carteleria en cuanto a poblaciones y servicios no siempre son legibles. El tema del combustible, también es de agradecer, ya que es más barato que lo que marcan los estándares europeos. Están muy mentalizados además con el ahorro, y no es difícil ver vehículos, que en n muestras carreteras estarían desahuciados, en perfecto estado de uso y con su depósito de GLP. En la imagen se puede comprobar cómo un Peugeot que hace años que no se vende o un Renault, disfrutan del sistema con insospechados puntos de toma de gas. Tampoco hay que descuidarse con el nivel, ya que no todas las gasolineras tienen de todo, consecuencia del consumo bajo que tengan en según qué zona. En la imagen se ve como la estación de servicio se ha mimetizado con el domicilio del propietario y hasta una de las calles ha terminado por ser el porche donde se reúnen con las visitas. No tuvimos el más mínimo problema con la calidad por muy sencillo y antiguo que fuera el surtidor. Para moverse alquilar un 4×4 es lo indicado. Hay varias empresas de alquiler que lo hacen: www.rentals4x4.com y www.orangesmile.com Estaremos ante vehículos de serie son ninguna preparación, por lo que estaremos limitados si el terreno se complica, pero podremos acceder a multitud de localizaciones donde un turismo no llega. Si queremos llevar nuestro vehículo, hay dos navieras que unen el levante peninsular con hasta media docena de destinos turcos. Deberemos