PRUEBA: CON EL SSANYONG REXTON EN MARRUECOS
DIGNO COREANO. EDICIÓN EN PAPEL EN LA REVISTA AUTOAVENTURA 4X4. Con ocasión del seguimiento del Trofeo Sin Fronteras 2.013, hemos tenido la oportunidad de conocer a fondo la última versión del modelo coreano. Este Ssanyong no nos es desconocido, y mucho menos en prueba larga, ya que tuvimos la ocasión de cubrir las primeras etapas del Dakar 2.007, el ultimo que se llevó a cabo en suelo africano con un Rexton de la anterior generación. Nuestros lectores más fieles lo pudieron leer en nuestro ejemplar de Febrero de aquel año. En esta ocasión hemos utilizado el Ssanyong que se encuentra a la venta en la actualidad. Nuestras condiciones del viaje han sido: dos ocupantes con bastante carga. Hemos llevado a cabo 4.000 kilómetros de los cuales el 10% han sido fuera de asfalto y de estos, 50 fuera de pista. EN ASFALTO. COMO UNA BERLINA. Exteriormente la imagen está muy lograda, su diseño en cuña resulta agresivo y atractivo, el color blanco lo hace parecer aun más grande de lo que es, y además resalta detalles como los aletines en los pasos de rueda o los cromados. Las llantas son muy bonitas, y tendrán su comentario aparte. La accesibilidad es correcta incluso para la tercera fila de asientos y más aun en el portón trasero. Siete adultos y algo de equipaje podrán viajar sin problemas, aunque los dos de la última fila no deberán tener demasiada envergadura. Recogemos el vehículo y tras hacernos a su funcionamiento, nos ponemos en marcha. Los primeros kilómetros los llevamos a cabo en casco urbano y debemos reconocer que el vehículo tiene unas dimensiones muy generosas y desde luego mayores de lo que pudiera parecer desde el puesto de conducción. En los cruces el morro llega bastante antes que nosotros y hay que tener en cuenta la considerable batalla en los giros más cerrados. A la hora de aparcar, necesitaremos un espacio suficiente pero la maniobra no supone problema, gracias a la cámara trasera. Echando un vistazo al manual del propietario repasamos los aspectos más importantes a tener en cuenta. Para acabar de hacernos al Ssanyong, rodamos unos kilómetros fuera del asfalto en una pista en buen estado y comprobamos que la inserción de la tracción total, la reductora y los respectivos desacoplamientos funcionan correctamente. Una vez cargados nos ponemos en marcha y nos fijamos en el puesto de conducción. Todo muy a mano y bien indicado. Hay que destacar una segunda toma de mechero en la parte alta del salpicadero, que permite enchufar un dispositivo electrónico sin que queden cables colgando. La regulación del volante y el asiento, nos permitirá acoplarnos correctamente independientemente de la morfología del conductor. Los asientos son cómodos, recogen bien la parte baja de la espalda y en el asiento del conductor se cuenta con reglaje de apoyo lumbar. Con el paso de los kilómetros no se resintió nuestra espalda y pudimos hacer horas al volante sin problemas. En un principio la tapicería de cuero nos pareció un enemigo, pero esté, con un tacto muy agradable, no resulto resbaladizo como en otros casos y no fue un problema. El climatizador nos pareció muy sensible, por lo que había que estar ocasionalmente “recalculando” la temperatura deseada para estar a gusto. El cambio es efectivo y preciso, aunque la primera y la marcha atrás nos parecieron demasiado juntas. Suavidad y eficacia en cualquier maniobra. El sistema de frenos se mostro capaz y sin fatigas. Buena iluminación en la noche, y antinieblas útiles. El comentario viene por un tramo nocturno que debimos hacer en carreteras de montaña marroquíes atravesando la cordillera del Atlas, con una niebla muy espesa y en una carretera sin la mas mínima indicación o pintura sobre el asfalto a un ritmo lentísimo que nos obligo incluso a parar en algunas curvas cerradas para encontrar el camino correcto a seguir y no despeñarnos. Pero nos esperaba lo mejor. El tarado de suspensión, mas enérgico de lo que es habitual en este tipo de vehículos, nos sorprendió gratamente, los apoyos en curvas largas, son firmes y hacen muy noble al coche. Esto nos sirvió también en carreteras locales y de montaña, lo que permite un rodar ligero sin cabeceos inclinaciones o rebotes. Como datos relevantes, hay que constatar que en sexta a 120 km/h el motor gira en torno a las 2.500 r.p.m. Es la velocidad de crucero no mutable y el modo de viajar consumiendo lo justo. El odómetro nos dio un 4% de error por exceso. En resumidas cuentas, se puede rodar cómodo y con garantías en viajes largos. FUERA DEL ASFALTO. EQUILIBRADO. Cuando abordamos una pista debemos tener en cuenta, las cotas del modelo y que sus ángulos característicos son los que son. El delantero es algo justo, el trasero mejora, pero el ventral con unas expuestas estriberas nos puede complicar las cosas. Las llantas que en carretera son preciosas y efectivas, se pueden convertir en delicadas fuera de él. Los neumáticos, totalmente de asfalto, se defienden en arena pero en pistas y campo a través hay que cuidarlos de las piedras y las roderas. En marcha con la tracción total conectada, el Rexton se sigue defendiendo bien. El tarado de suspensión, antes comentado, permite, si la pista está en buen estado, rodar sin problemas a buen ritmo. Si esta está rota, habrá que bajar el ritmo ya que cualquier irregularidad se nota. En virajes cerrados es muy subvirador y si hay que hacer maniobra, con la dirección doblada a tope, el vehículo se muestra perezoso. Mejor hacer una maniobra más y no forzar. El control de tracción salta solo si se fuerza la situación, en cruces de puentes o zonas onduladas, resultándonos más intrusivos los cinturones de seguridad que se tensan a la mínima “abrazándonos” con más frecuencia de la deseada. La reductora se mostro efectiva, retiene bien en primera y se puede rodar con comodidad en zonas arenosas en tercera e incluso cuarta sin que el motor suba demasiado de vueltas. Las subidas y bajadas