PRUEBA: 1.200 KILOMETROS CON EL PEUGEOT 2008 e HDI. UN LEÓN MUY CAPAZ.
Hemos tenido la oportunidad, de hacer un viaje con el modelo, concretamente lo hemos utilizado para cubrir la última carrera de la Copa del Mundo de Rallies Todo Terreno, la XXVIII edición de la Baja Portalegre 500. Dese Madrid, autovía, pero una vez allí, carreteras tortuosas y pistas polvorientas y rotas fueron el escenario de trabajo del Peugeot 2008. El vehículo, presenta una imagen muy atractiva, este es granate, pero en colores más claros parecerá incluso más grande. Como según el fabricante está concebido para circular por terrenos resbaladizos y pequeños recorridos fuera de asfalto, comprobamos los ángulos característicos, que son malos en cuanto al frontal y el ventral y más que digno en el trasero. A bordo, nos encontramos muy cómodos, los asientos recogen bien y se pueden regular con multitud de posiciones. Los kilómetros no se notan y se pueden hacer largos viajes sin que nuestra espalda se queje. El puesto de conducción permite conducir con comodidad con tactos agradables en volante, palanca de cambios e interruptores. Un solo pero, el mando del control de crucero no queda a la vista, al taparlo uno de los brazos del volante. Climatizador, perfecto y equipo de sonido y navegación de calidad, hacen que la vida a bordo sea de lo más confortable. El techo de cristal, es muy agradable en viaje, con un techo abatible rápido en las funciones de desplegarse y recogerse. En marcha, sonido mínimo incluso a alta velocidad, con una conducción muy agradable. Apoyos firmes sin pérdida de confort y buenas sensaciones en general. Las vías rápidas no son problema y se pueden mantener buenas medias a velocidades no multables. En carreteras locales y de media montaña, más de lo mismo, el marchamo de calidad de la marca se nota y se puede rodar rápido sin problemas. Las medidas permiten en el urbano movernos con agilidad y las ayudas al aparcamiento, pese a no ser un vehículo de gran tamaño se agradecen. Llegados al momento de salir del asfalto, basta con girar la rueda existente junto a la palanca de cambios para garantizar una mejor tracción. El coche se defiende y tan solo si la pista se rompe, los rebotes pueden llegar a descolocar nuestro 2008. En barro parece que le cuesta, pero es una circunstancia achacable principalmente a los neumáticos con dibujo totalmente de asfalto. En cuanto a consumo, sin rodar a ahorrar, tan solo en los desplazamientos largos en los que el control de crucero hace su trabajo y haciendo cerca de cincuenta kilómetros de pistas, nos quedamos en una comedida cifra de 5,28 litros cada cien kilómetros, apostando por que en conducción cuidadosa de forma permanente, la frontera del “cinco”, quedara holgadamente rebajada. Nos ha gustado el coche, para lo que hay en el mercado, es una buena opción, cinco puertas, portón trasero, buena capacidad de carga, y la calidad de la marca del León. Además, lleva rueda de repuesto de serie, algo que algunas marcas obvian, grave error si pensamos en modelos con un uso recreacional que les puede llevar a rodar ocasionalmente fuera del asfalto.