Más de medio centenar de equipos afrontaban la XXVII edición de la carrera de resistencia portuguesa. Pese a las lluvias caídas durante días antes de la celebración de la carrera el “terrodromo”, estaba perfecto de piso, con el barro justo y los vadéos con un nivel de agua abordable. Los vencedores finales han sido Brochard-Santucci-Cza-Charbonnier, quienes a bordo de su buggie Nissan han logrado dar 96 vueltas al circuito de diecisiete kilómetros, totalizando 1632 kilómetros recorridos. Este último repite victoria, ya que ya se impuso en la edición 2008. Segundos en meta, el prototipo también motorizado por Nissan con los hermanos Andrade, los también hermanos Duple y Florent, retrasados por la rotura de un palier. El podio lo cerró el JMS-BMC de Coimbra-Silva-Fontes-Barbosa y Bianchi, quienes perdieron una hora al averiar su caja de cambios. Cuartos en meta y primer T-1 el Nemesis de Barbry-Lansac-Finkelstein. El primer T-2 fue la Navara de Cracco-De Backere-Demoynek-Dujaboyn-Gitsel que alcanzaron el vigésimo octavo puesto absoluto. Poco antes se disputo la carrera de tres horas, reservada a buggies ligeros, donde se impuso Vitor Santos a bordo de un Polaris.