Prueba racing: Mitsubishi Montero T-3 GPR. Para correr sin problemas.
Fotos: Mikel Prieto. Por gentileza de Mitsubishi España y del equipo GPR, hemos tenido la oportunidad de rodar con el coche con el que Ruben Gracia y Sergio Vallejo han ganado el Nacional de Todo Terreno 2016 y acabado el Dakar americano recién celebrado. El coche lo habíamos mirado, tocado, escudriñado, repasado, admirado, tanto en parado como en marcha y tan solo nos faltaba subirnos a él. Aparentemente es un prototipo en toda regla, pero son los colores y sobre todo la prominente toma de aire del techo que es para que respire el sistema de aire acondicionado lo que lo hacen es que parezca más “gordo” de lo que realmente es. Teniendo en cuenta que se ha limitado la preparación a la categoría contemplada en el reglamento F.I.A. como T-3 son muchos los elementos mecánicos que se mantienen de serie. En el momento de la prueba el coche estaba recién desembarcado del viaje de vuelta atravesando el Atlántico. En Mitsubishi confían tanto en la fiabilidad de su producto que querían que se condujera tal cual, algo que nos desemboco en alguna sorpresa que comentaremos más adelante. En primer lugar, nos disponemos a conducirlo, algo fácil, ya que Rubén conduce todo lo bajo que puede y la distancia del asiento al techo es generosa. Interior muy deportivo con numerosos testigos e interruptores. El coche es tan sencillo que tras arrancarlo, el piloto en persona para que cogiera temperatura nos deja solos convencido de que todo nos será familiar. Efectivamente pese a que el interior es muy de carreras todos los mandos son previsibles e intuitivos. Lo mejor, que nos acompañara Diego Vallejo, el copiloto, en un acto de valentía por su parte, pero el gallego es de los flemáticos llegadas estas situaciones y no paró de trasmitirnos confianza en todo momento. Puestos en marcha, rodamos en el circuito preparado para la ocasión en la finca La Cigüeña que gestiona Teo Martin, que alternaba la mitad del trazado muy rápida y otra más ratonera y técnica. En cuanto cogimos velocidad, Diego nos recuerda que vamos a notar el pedal del freno muy suave, lo que nos obligara a frenar con ganas cuando lo necesitemos. Llegados a la primera curva, pisamos y.. ¡No frena! Hay que pisar con ganas para que el Montero reduzca su ritmo y el giro que pese a ser suave era en bajada se nos echa encima. Más acostumbrados, rodamos con más confianza, hasta llegar a una zona muy blanda con profundas rodadas en un giro de 180º, el miedo a que el coche enganche y se pierda el contacto de las cuatro ruedas con el suelo nos hace pasar muy despacio. Posteriormente las curvas se suceden mezcladas con tramos rectos y de mejor piso con algún que otro salto incluido. El coche es muy previsible y dócil y lo que es mejor fácil de manejar hasta para un profano. Nos queda la reválida. Acompañar a Gracia en el asiento de la derecha. Es su coche, conoce el tramo y se nota. Impresionante el ritmo del piloto que coloca el Montero continuamente con pequeños toques al freno con el pie izquierdo, dándole salida en cuanto puede. Ritmo rápido para un coche muy bien elaborado por los hombres de ARC-Miracar, auténticos especialistas del modelo, que también tiene su buena parte de culpa por ser una base muy fiable y probada, un todo terreno legendario con muchos éxitos acumulados y muchos por venir en el futuro. Sin duda este es un día de los que no se olvidan.