Coincidiendo con la XII Jornadas Gastronómicas de la localidad murciana, y con el apoyo directo del Ayuntamiento, se puso en marcha esta actividad, muy esperada por la afición de la zona, que lleno las sesenta y cinco plazas previstas en horas desde la apertura de las inscripciones. Todo terrenos de toda índole, preparación y edad se dieron cita en el Paseo Poeta Lorenzo Guardiola en pleno casco urbano jumillano para abordar de buena mañana los más de cien kilómetros de ruta que se habían preparado para la ocasión. Cada vehículo recibía el recorrido en formato digital y cada participante una bolsa de pic nic con productos típicos de la zona por si el hambre o la sed, surgía en el momento más insospechado. Con la colaboración de la Policía Local y la Guardia Civil, la caravana salió de la ciudad en dirección noreste para abordar el recorrido fuera asfalto. La mayoría del trazado discurría por campos de labor, viñas, almendros, olivos y frutales, por pistas de buen piso aunque muy polvorientas por la falta de lluvias. Estratégicamente situadas en el trazado, existían dos pasos alternativos de seria dificultad técnica, que concentraron la atención de los participantes, sobre todo de los que se atrevieron a llevar a cabo el paso por lo más complicado. Impecable control por parte de la organización no solo del trazado plagado de cintas de confirmación sino de las trialeras especiales, perfectamente encintadas y con vehículos de rescate por si algún implicado no podía continuar con el avance por sus propios medios. Pasaban los kilómetros y se formaron los lógicos grupos y se amplió la distancia entre los que abrían y cerraban, incluyendo incluso paradas para los que el almuerzo es algo sagrado, llegando no obstante de forma escalonada al aparcamiento del mercado de abastos donde tendría lugar la comida de hermandad y el sorteo de regalos final, que dada la cantidad y calidad que atesoraba duro hasta bien entrada la tarde. Caras de satisfacción y ganas de repetir, ya que rutas así son las que gustan de abordar, ambiente familiar y niveles de dificultad para todos los aficionados, sin olvidar el espectáculo y la camaradería y por supuesto la gastronomía que en la zona es espectacular, completa y de máxima calidad.