Competición. VII Spain Classic Raid, la edición más divertida y multicultural.
El pasado sábado 26 de octubre los participantes del VII SpainClassic Raid cruzaron la meta en la puerta del Palacio Real de Madrid. Más de 2.000 kilómetros de caminos con muchos charcos en la primera edición que ha pisado suelo portugués. El tiempo ha acompañado a los equipos, con las borrascas respetando casi la totalidad de las horas de conducción y dejando el terreno a pedir de boca, húmedo pero sin mucho barro, con muchos charcos y sin polvo. De Andorra a Madrid, pasando por Portugal, el VII SpainClassic Raid ha dejado tan buen sabor de boca a los participantes, que muchos ya se han inscrito para el año que viene. Más de cien coches clásicos tomaron la salida en Andorra el pasado 19 de octubre. En sus ocho etapas, el VII SpainClassic Raid, ha pasado por Jaca, Soria, Valladolid, Ciudad Rodrigo (Salamanca), las portuguesas Aveiro y Covilhã (donde se obsequió a los participantes con una botella de vino), Ávila, y Madrid. Tramos de mucha piedra como los andorranos, zonas con algo de barro, muchos charcos, tramos del Mundial de Rallies en Portugal y los circuitos de Bercimuel en Segovia y Cerro Negro en Talavera de la Reina, han hecho las delicias de los participantes. Ha sido un raid muy disputado y el resultado no estaba nada claro hasta el final, cuando se impuso el VW Golf Country de Ramón Franquesa Salado y Ramón Franquesa Alberti. El segundo clasificado fue el Mitsubishi Montero de Ricardo Ferrón y Vicenç Llenas, seguidos del Fiat Panda 4×4 de Leo Fahey y Pablo Llano. En las entregas de trofeos diarias para los vencedores de etapa, esta edición se ha sumado un premio especial cortesía de Dongio Racing para el equipo que más hubiese destacado cada día. Así, Ricardo Barrasa y Manuel Hernández recibieron un juego de herramientas de regalo para reapretar la tornillería de su Peugeot 205, ya que fueron capaces de perder en una sola etapa una rueda de repuesto de la baca, el soporte y hasta el tubo de escape. Pedro Ferreira y Rui Filipe también recibieron premio especial por demostrar que se puede correr regularidad sin tecnología de este siglo, que con una hoja de papel cogida con celo al volante es posible no sólo acabar, incluso hasta quedar en mitad de la tabla en algunas etapas. Y Gaspar León, junto a su copiloto Octavio González, contaron también con el reconocimiento de la organización, ya que en la primera etapa, la del sábado, rompieron el motor de su Toyota Celica, el domingo ya habían comprado un VW Golf de segunda mano que revisaron y prepararon el lunes para reengancharse a la caravana el mismo martes. Muchas historias, anécdotas y experiencias comprimidas en ocho días muy intensos. Tras el reagrupamiento en la meta situada en pleno corazón de Madrid, se celebró la cena de despedida y entrega de trofeos de final de raid, donde no sólo los ganadores de las diferentes categorías fueron premiados, también los equipos mejor clasificados de diferentes marcas, como Renault, Peugeot, VW, Toyota, Mitsubishi y Suzuki. Además, la organización entregó premios especiales a Antonio Arias y Santiago Vázquez (Seat Marbella) por su constante buen humor; al equipo del Volvo PV544, Carlos Basart Nogueron y Carles Basart Navarro, por ser capaces de completar el raid con un vehículo tan antiguo y al único equipo formado por féminas, Inés Amil y María Lizarriturri, que completaron el raid al volante de un Fiat Uno.