Texto y fotos: Cortesía organización. El Pasado mes de Octubretenía lugar la IV Edición de la prueba. Una carrera que en filosofía, pretende dar a los participantes la oportunidad de vivir exactamente lo mismo que viven los grandes de la especialidad en un vehículo de Rally Raid. En la presente edición, el rutometro ha dado un salto de calidad muy importante, con unos concienzudos reconocimientos. El libro de ruta utiliza el formato y simbología de las pruebas FIA, dando más protagonismo al copiloto, encargado de avisar no solo de las direcciones a seguir en los cruces, o los rumbos en fuera de pista, si no que deberá controlar las velocidades limitadas y controlar los peligros, pues aquí y no como en los raid la velocidad de paso por los peligros 1 a 3, es limitada, evitando roturas y accidentes en la medida de lo posible. Pero no debe haber miedo a perderse, porque un trazado del recorrido así como los puntos de paso que coinciden con los números de las casillas del rutometro están disponibles cada etapa, dando protagonismo a la conducción y a las instrucciones del copiloto, pero no siendo necesario ser un experto usuario de GPS ni ser un copiloto con experiencia en desierto para no perderse. Los coches igualmente que en las grandes pruebas tienen un carnet de ruta que cumplir con horas de salida y tiempos máximos de enlace. Sin duda, participar hace entender cómo funciona una gran prueba y lo complejo de su estructura y organización. El recorrido tiene como objetivo que el participante se divierta y nada se deja al azar, sabiendo el destino de cada etapa. El equipo de organización, busca pistas y escenarios que en la medida de lo posible sean divertidos de conducción y no se esquiva dificultades como dunas, ríos de arena e incluso fuera de pistas que aporten emoción al volante, pues lo que se evita siempre que se puede, es trazados demoledores para la mecánica y aburridos al equipo y muy especialmente en los fuera pista. Aunque como siempre, cada participante tiene la capacidad de elegir sus trazados en los fuera pista y no siempre son los mejores. El escenario Marroquí para este tipo de pruebas es ideal y África Tophy se centra sobre todo en los alrededores de Merzouga, aunque para la edición 2020 promete sorpresas, pero seguirá contando con esta ubicación, especialmente porque el hotel de Ali El Cojo es una casa para todos los participantes y su ayuda en la elección de algunos recorridos es fundamental para encontrar novedades. La prueba comenzó con un tramo exhibición en la Alicantina y bella población de Busot y ya son dos años apostando por la prueba, logrando un espectáculo para vecinos y participantes. Descubriendo un punto de la geografía española a los seguidores de África Trophy, donde disfrutar no solo de bellos parajes si no, de un pueblo acogedor con cultura y gastronomía por descubrir, a un paso de la playa Alicantina, muy a tener en cuenta. La mayor parte de los participantes verificaron en Busot y participaron en el animado tramo espectáculo la mañana del sábado justo antes de partir hacia Almería. Las etapas reales comenzaron tras pasar la frontera Nador -Midelt fue ya un duro trámite, por kilómetros totales y donde ya vivimos atascos y averías importantes en algunos equipos. El tramo se desarrolló con normalidad y la mayoría de participantes lograron completar los tramos sin que se cerraran por límite horario. En la segunda etapa, se cruzaba en crono una parte de la cordillera del Atlas, con bellísimos paisajes pero, con abundantes peligros, poblaciones y barrancos. Fue el tramo con máslimitaciones de velocidad del raid. Pero, en su parte final venía la sorpresa, las lluvias del día anterior hacían del rápido tramo de ríos de arena y pistas una gimkana de obstáculos, barro, ríos llenos de agua que obligaban a realizar las primeras dunas para esquivarlos. La organización se empleo a fondo para los rescates, que en ocasiones requirieron de varios coches tirando para rescatar al atrapado participante en el pegajoso barro. La tercera etapa, por diseño sería la etapa reina, por dureza y kilometraje. Llevaría desde Merzouga dirección norte, hasta unas decenas de kilómetros cerca de Boundib, para retornar por unos increíbles parajes con formas que recuerdan a Marte.En su parte final,más de 40 kilómetros de rio de arena y la primera parte de dunas, obligaron a los participantes a atravesar el Erg Chebbi. Los participantes ya se empezaban a colocar afianzados en la tabla y ya empiezan a notar que el que más corre no tiene por qué ganar, averías mecánicas ya empiezan a azotar a los vehículos en pista, obligando a currar de lo lindo a los equipos de rescate. La cuarta etapa es la tradicional de Dunas, con un sector aventura o a rumbos durante la mañana, que obligó a realizar unos 50 km de dunas a los participantes, para terminar en las horas centrales del día (las más peligrosas por la iluminación de las dunas muy cenital sin sombras) parados en formato de parque cerrado sin asistencia a los vehículos.Arrancamos por la tarde todos juntos para tomar salida a una “superespecial”, desde el campamento de haimas de Lujo “BorjMerzouga” de Ali el Cojo al norte de las dunas, realizando un recorrido con track obligatorio de 25 km. La quinta etapa seria la que más al sur llevaría a los participantes, por parajes ya muy conocidos pero, con recorridos inéditos con fueras de pistas rápidos por ríos de arena, técnicos en pequeñas y complejas dunas, una etapa que tenía todos los escenarios de una gran etapa africana, con todo tipo de paisajes y dificultades, hasta el temido barro y con un final en modo aventura con rumbos que les llevaría a una espectacular meta en una colina con fondo del fotogénico embalsamiento de agua de Merzouga, donde Flamencos y dromedarios se dan cita. Una última etapa corta de kilometraje, pero intensa de parajes, donde el barranco del Escorpión además de