Escapada SUV. 1000 kilómetros con el Toyota Rav 4 hasta Sierra Calderona. Este SUV 4×4 Sigue vivo.
Se trata de la quinta generación de un modelo de éxito planetario para la marca, que con el paso de los años, sino décadas ha sabido adaptarse a las necesidades del mercado. Su última entrega se basa en la hibridación, lo que permite la más amplia horquilla de utilización. Exteriormente, las líneas angulosas son protagonistas, hasta recordar a alguno de sus “primos” de Lexus. Es grande, llama la atención y desde luego ha gustado ya que hay demanda de Rav 4, y mucha. A nosotros personalmente, nos convence, mantiene la progresión que hace reconocible al modelo, se nota la imagen de marca, y lo que es mejor, a simple vista se reconoce respecto de una competencia cada vez más homogénea en imagen. Los ángulos característicos son aceptables salvo el delantero con un frontal que llega hasta muy abajo. Buena superficie acristalada y generosas dimensiones tanto en las puertas laterales como en el portón trasero lo que garantiza una cómoda accesibilidad. El interior, mantiene la calidad Toyota, con buenos materiales y remates. Solo dos pegas, la enorme pantalla central, obliga a colocar cualquier sistema de navegación suplementario muy al final del salpicadero. Estamos de acuerdo con que hay que informar y entretener, pero a la hora de salir al monte que es el enfoque que utilizamos en todas nuestras pruebas el llevar un navegador topográfico (algo que no incluye ningún modelo del mercado), se hace sino imprescindible, muy habitual y el centro es lo mejor. Los segundo que no nos acabo de gustar fueron los asientos, resultan cómodos incluso en viajes largos, aunque sujeten poco lateralmente, pero se nos antojaron tremendamente calurosos. Nos movimos en días de altas temperaturas y pese a que el climatizador va perfecto, se echó en falta una mejor transpiración del respaldo. Las plazas traseras son generosas para dos ocupantes y con una posición muy buena. De ser cinco habrá que arrimar el hombro entre los ocupantes. El maletero tiene casi 580 litros de capacidad, es muy cuadrado y ofrece muchas posibilidades. Si abatimos los asientos traseros, llegaremos hasta los 1690 litros, con un fondo bastante aprovechable. Detalle importante. Bajo el fondo ¡HAY! rueda de repuesto. Es una especie en extinción, pero en Toyota han sabido darse cuenta de que aunque sea de emergencia, un vehículo que tiene posibilidades de salir del asfalto debe llevarla si o si. Sin dejar el tema de los neumáticos, si vamos a darle uso campero, convendría sustituir los de origen totalmente de asfalto 225/60 18 por unos mixtos en una medida más, para ganar algo en altura, sin tener problemas en la ITV. En países sin tantos corsés administrativos, se ven ya rodar con preparaciones muy serias, y buenos resultados a la hora de moverse en el monte. EN MARCHA, BUENAS SENSACIONES. Este Rav 4, es sin duda un coche con filosofía polivalente, y se mueve bien en todos los ambientes. Es más grande de lo que parece por lo que en el tráfico urbano, deberemos ser cuidadosos en zonas estrechas y los giros más cerrados. En vías rápidas, se muestra en su salsa, rodar agradable y cómodo, con el único inconveniente de que se muestra perezoso si apretamos el acelerador a fondo, con la rumorosidad como cómplice. No obstante trasmite potencia sin problemas, la de superar los 200 caballos del motor térmico que mueve el tren delantero y el eléctrico que hace lo propio con el trasero. SE DEFIENDE EN EL MONTE. Si nos hemos encontrado a gusto en asfalto, fuera del mismo, tampoco nos hemos movido mal. El sistema es instantáneo cuando detecta perdidas de tracción, por lo que parece que rodamos con un vehículo de tracción total permanente. La bondad de las suspensiones, se agradece cuando se riza el terreno y también cuando retorcemos la estructura en algún paso. Deberemos ser cuidadosos con la carrocería, ya que los ángulos no son los mejores. Con unas mínimas mejoras, podremos hacer rutas y salidas por pistas y caminos sin problemas. El sistema de tracción tiene un comportamiento impecable y nos sacara de muchas zonas complicadas. Sin llegar a ser un todo terreno puro, para eso está el Land Cruiser, el Rav 4 puede satisfacer a quienes necesiten moverse de forma esporádica por territorio hostil. LA OPINIÓN DE JOSE MANUEL DE LOS MILAGROS: “El coche familiar perfecto”. El piloto de Soto del Real, con un impresionante palmares en carreras de turismo que incluyen títulos nacionales y lo que es más difícil victorias en copas mono marca, es propietario de un Rav 4 de tracción a un eje diésel de la generación anterior, y está feliz con él. Desde luego que una persona exigente como como es el caso del piloto madrileño, basó su compra en una decisión absolutamente racional. “Estuve sopesando todos los modelos del segmento, y el Rav 4 tenía un equilibrio tamaño/capacidad/precio insuperable. Buena presencia, que no pasa de moda, tamaño generoso que está muy bien aprovechado interiormente y en mi caso un consumo ínfimo ya que he conseguido bajar de los cinco litros en muchos recorridos y viajes. Respecto a esta nueva versión, que también me gusta, veo que al ser hibrido de forma general, el precio puede ser un escollo, pero mantiene las buenas condiciones del mío, aunque el borde de carga posterior y un maletero que me parece un pelín menos aprovechable los veo como aspectos en los que no ha mejorado. No obstante lo mejor es su versatilidad, vale para ciudad, para viajar y para pequeñas salidas del asfalto. Me parece el coche perfecto como primera compra de una familia. SIERRA CALDERONA. UNA DESCONOCIDA QUE HAY QUE VISITAR. Valencia suele ser sinónimo, de costa, albufera y playas, pero tiene sus rincones menos conocidos, no por ello carentes de interés paisajístico. El Parque Natural de Sierra Calderona es un buen ejemplo y hasta allí llegamos con nuestro RAV 4. Para empezar lo mejor es llegarse desde donde vengamos de viaje al centro de interpretación de la localidad de Naquera (calle Lepanto 8), donde nos