Prueba. Hyundai Kona eléctrico. Cuestión de chispa.
Es desde luego la apuesta más versátil del fabricante coreano. El Kona tiene una oferta que va desde los modelos convencionales de motor de explosión e híbridos (puedes buscar las pruebas en nuestra web), hasta este eléctrico. Vamos a conocerlo. Exteriormente la carrocería es prácticamente la misma estando la mayor diferencia está en el frontal. A falta de elementos mecánicos a refrigerar con la entrada de aire habitual, encontramos todo carenado. Tan solo podremos operar para abrir la tapa que esconde las conexiones para cargar las baterías, que aparte de la citada protección cuentan con otros dos capuchones de goma que cubren los enchufes. Los logos Electric en la parte trasera y de Blue Drive, completan las diferencias de esta versión respecto de la de sus hermanos de gama. Interiormente todo igual, salvo a la hora de conducir, ya que solo cuatro botones gobiernan los movimientos de este Hyundai. Más fácil imposible. Otra posibilidad de condicionar la conducción a tener en cuenta son las levas del volante que regulan la intensidad de frenado a la hora de recuperar energía. Un dato importante es la autonomía, que en este modelo es generosa frente a la competencia. Con carga a tope, nos dio un registro de 453 kilómetros. El sistema, también facilita las estaciones de carga más próximas y si ponemos un destino en el navegador, se nos informa si las baterías tienen autonomía para llegar al destino. Las plazas traseras se mantienen intactas, teniendo en cuanta que las baterías se encuentran debajo del asiento. El maletero tiene 332 litros, que aumentan hasta los 1114 con los asientos traseros abatidos. No dispone de rueda de repuesto pero tenemos hasta dos falsos fondos para guardar objetos y como no, el cable de recarga. Llegado el caso, se puede meter una quinta rueda eliminando los entrepaños que trae de serie. En ciudad, el rey del semáforo. Desde luego. El concepto del vehículo, está basado en trasmitir la fuerza del motor a través de un variador La potencia es siempre alegre, hasta en el modo de conducción “confort”. Basta con hundir el pie en el acelerador para quedar empotrados al asiento. Si lo hacemos en modo “Sport” desconectando el control de tracción, parecerá que conducimos un dragster con las ruedas chirriando sin compasión. En los semáforos muy pocos lo dejaran atrás, no en vano anuncia 204 caballos a 64 kilovatios hora. Por lo demás es manejable y agradable en todo momento y cuando se le coge el tranquilo, el freno de recarga con tres niveles de intensidad, se puede rodar sin tocar el freno aprovechando la inercia entre semáforos en rojo hasta que se ponen en verde. Esto se traduce en un consumo contenido. Otra cosa son las vías rápidas, donde, las baterías a velocidad constante sufren mayor desgaste. También aquí se deben aprovechar las bajadas para perder el mínimo de energía. Por acabar de disfrutar del modelo, nada como aparcar en pleno centro sin preocuparse de nada. Nosotros lo hicimos en la calle Abada sin problemas, (los que conozcan Madrid, saben que eso es ciencia ficción en muchos casos). En el monte, de puntillas. No es que sea un vehículo especialmente pensado para rodar fuera del asfalto, pero la altura libre permite adentrarse en pistas y caminos en buen estado. Dos factores a tener en cuenta, por un lado el dibujo de los neumáticos totalmente de asfalto, pero en medida 215/55 R17, lo que permite sustituirlos por unos de invierno, e incluso unos mixtos, y por otro el peso del modelo que se acerca a los 1800 kilogramos y puede dejarlo “atrapado” en según qué situación. Para rodar por pistas deslizantes, lo mejor es usar el modo “confort” que suaviza la entrega de potencia, mantener el control de tracción activado y conectar la ayuda del control de arranque en pendiente. Lo bueno es que en alguna circunstancia, podremos llegar a sitios vetados para vehículos a motor convencional. (Deberían poner en las señales la coletilla de “térmicos”, o argumentarla nosotros mismos cuando rodemos por un espacio protegido. Este Kona no contamina). Es un modelo a tener en cuenta, muy equipado de tamaño correcto y que en las urbes se muestra imbatible. Quien haga pocos kilómetros a diario tiene aquí su mejor amigo. Su precio supera los 40000€, pero si sse hace el uso para el que esta pensado, no costara amortizarlo.