Todo Terreno Extremo. Breslau-Poland. Sin parar hasta alcanzar el podio.
Por Françoise Hollender El rally en general. Tras el confinamiento y la cancelación de muchas competiciones –estábamos apuntados a 3 carreras este año y tan solo hemos podido participar en una – el Breslau-Poland 2020 se ha podido celebrar a pesar de todos los malos pronósticos, y ha tenido un récord de participación: ¡más de doscientos equipos, como en los mejores tiempos! Nos ha venido de perlas olvidar la situación socio sanitaria y las mascarillas durante una semana que ha sido pura adrenalina, deporte y mecánica. No hubo sorpresas, el trazado en Polonia es el que es, a pesar de todos los esfuerzos de la organización RBI por encontrar nuevos terrenos, muy repetitivo: pistas de arena, bosque, grandes charcos y barrizales. Aunque lo cierto es que al participar en este rally cada dos años, este efecto de repetición se nota mucho menos. Este año, los primeros tres días de la carrera han sido de auténtico cross-country. Tan solo empezamos a probar el terreno del extremo a partir de la etapa nocturna, el jueves por la noche en DrawskoPomorskie. Sin embargo, el sábado por la tarde que era el último día de la carrera, seguíamos en los barrizales: no hubo tregua para los guerreros del extremo… A todo esto, hay que añadir que las condiciones meteorológicas han sido de lo más clemente: ni una gota de lluvia y mucho sol, lo que hizo que el terreno fuera menos complicado y más fácil de recorrer, y dio ventaja a los vehículos potentes y rápidos de los líderes Marsden y Mere. De la organización RBI, decir que es sencillamente perfecta: libros de ruta, time control, infraestructura, catering, bajo todos los puntos de vista se trata de un rally profesional que sigue siendo accesible a todos. Finalmente, la fórmula de cinco días de rally ha demostrado su eficacia: una semana lejos del trabajo, tanto para el equipo como para la asistencia, es algo que no cuesta mucho obtener y perjudica poco. Sin embargo, no hay nada que borre el cansancio acumulado debido al desplazamiento y el rally en sí mismo, y habrá que encontrar tiempo para reponerse. Nuestra experiencia este año en la carrera. Pese a que nunca podremos luchar contra los más de 600CV y los medios financieros de los equipos Gigglepin y estonios – os invito a conocer el arma increíble que es el nuevo vehículo ¿o quizás debiera de decir buggy? de HardoMere, menos de 1.300 kg, una potencia increíble y un cabrestante rápido como el rayo – hemos realizado una carrera asombrosa y conseguido un resultado conforme a nuestro nivel. ¡A pesar de que casi no lo conseguimos! El segundo día tuvimos un problema gordo con la llegada del carburante al motor: primero trabajamos con las bombas, las cambiamos, pero el problema seguía sin estar del todo resuelto, a pesar de alternar una bomba con otra. ¿La culpable? La rejilla del depósito que estaba taponada por un pequeño filtro clavado abajo del todo en el depósito y completamente obstruido. Entre que pudimos identificar el problema y, sobre todo, sacar ese pre-filtro, tuvimos que dejar la primera especial el 2º día y perdimos 5 horas. ¡Nos hemos pasado el resto de la semana luchando como jabatos para recuperar, minuto a minuto, el tiempo perdido hasta lograr remontar en la clasificación al 3er puesto, el último día de la carrera en el último minuto! ¿Un ejemplo de esta increíble remontada? ¡En la tercera etapa salimos en el puesto vigésimo segundos, acabamos quintos en las especiales del día y segundos en la etapa nocturna, ¡lo que nos permitió salir tras los lideres en la cuarta etapa! Moraleja: ¡no te rindas nunca, siempre hay una esperanza para cambiar las cosas, aférrate! Etapa 1.15/09 – 127 km de especiales – 161 km de enlace – 288 km en total. Una etapa sin problemas y agradable, que transcurre principalmente en el bosque, una navegación sencilla, pistas cross-country, sin navegación a rumbo. Los vehículos del rally están repartidos en dos grupos casi iguales en número, que realizan las dos especiales del día por turno. A lo largo del primer enlace nos encontramos con un problema: nuestra batería auxiliar que alimenta la ECU y también los accesorios de navegación deja de funcionar. Así y todo, esto no nos perjudica en la carrera. Salimos quintos y acabamos en la misma posición. Etapa 2.16/09 –243 km de especiales –118 km de enlace – 362 km en total. En la primera especial, tras recorrer tan solo 3 km, oímos un ruido de rascado: la tulipa de salida trasera de la caja de transfer se había soltado. Tardamos 20′ en volver a colocarla y seguimos. Pasados seis kilómetros, el vehículo cala, el carburante no llega al motor. Franck intenta cebar la bomba, alterna una bomba de gasolina con otra, pero hay que aceptar la cruda realidad, no podemos seguir y hay que abandonar la especial, volver a la carretera, llamar a la asistencia y reparar cuanto antes para poder salir en la 2ª especial de la tarde. En esta segunda especial conseguimos el septimo puesto, pero nos «comemos» 5h20 en la primera lo que nos coloca en la posición 22 de la clasificación del día. Es una posición muy mala, y a la cual no estamos acostumbrados… Etapa maratón 17/09 – dos especiales diurnas y clasificación, más una nocturna – 170 km de especiales – 165 km de enlace – 335 km en total – Cambio de rumbo de Gwda Wielka a Drawsko Pomorskie. Las dos especiales diurnas vuelven a ser puro raid, sin dificultades reseñables exceptuando una navegación muy cuidada, y sin azimut. Como ya he dicho, salimos en el puesto vigesimosegundo y llegamos quintos en las pruebas de este día – seguimos parando de vez en cuando para cebar las bombas de gasolina – salimos quintos en la nocturna y volvemos con un segundo puesto. Ya hemos recuperado el ritmo y nos hemos deshecho del problema de alimentación de carburante. La nocturna no resulta ser muy complicada, pero necesitamos