Toyota 2021. II. Prueba Land Cruiser 2021. Fortaleza rodante.
Segunda de nuestras entregas sobre la gama fuera de asfalto del fabricante japonés, con las novedades presentadas para este año. Son siete décadas en el mercado, mejor dicho en lo más alto del mercado con clientes finales en los cinco continentes, por lo que las variables del modelo según la legislación de cada país son notorias. Vamos con lo que nos toca en Europa. Estéticamente, se mantiene el modelo, que salvo por colores en la edición “black”, con detalles exclusivos en negro no cambia. El aspecto sigue siendo majestuoso, aunando líneas clásicas con la modernidad y manteniendo buenos ángulos característicos. Solo cambiaríamos dos cosas. Quitar las estriberas, que pueden estorbar en uso intensivo en campo, y volver a poner la rueda de repuesto fuera (que tiempos), en vez de debajo para no dañarla y facilitar su utilización llegado el caso. La mecánica está confiada ahora a un propulsor que da 204 caballos, suficientes para mover el Land Cruiser. Mecánicamente, se han incorporado funciones como el stop & start, que redundan en un menor consumo. Otra mejora importante es la adopción en las versiones altas de gama (VX y VXL) de diferencial mecánico trasero de bloqueo limitado, sustituyendo así el Torsen usado hasta la fecha más indicado para asfalto. Esto permite tener tracción 50/50 en cada rueda trasera, aumentando o disminuyendo la misma según una de las ruedas pierda tracción. A bordo, la pantalla central, tiene un funcionamiento más rápido y permite interactuar con todos los tipos de Smartphone. El Land Cruiser cuenta con varios paquetes de ayuda a la conducción, que lo equiparan a cualquier berlina de representación. Cinco acabados se comercializan en nuestro país del modelo. Arranca en el NX, que se puede matricular como furgón, que junto con el siguiente nivel el GX suponen los acabados básicos, enfocados a un uso más intensivo. Las llantas de 17 pulgadas hasta ahora de chapa se sustituyen por unas de aleación, con neumáticos más anchos pero de menor perfil. VX-VXL y Limited completan por arriba la gama que se puede adquirir desde 41200 euros el tres puertas y 43300 el cinco puertas. EN MARCHA, VIDA DE SALÓN. El modelo, mantiene una de las mejores posiciones de conducción de todo el parque móvil conocido. Erguidos, como en un sofá, lo que permite hacer muchos kilómetros sin cansancio. Espacio de sobra, huecos para objetos, cajonera central refrigerada… Las plazas traseras van a la par, y se puede permitir viajar a cuatro ocupantes cómodamente y a cinco con mínimas estrecheces si no son muy voluminosos. La zona de carga sigue siendo generosa y acorde con el tamaño de este Toyota. Con un comportamiento noble y previsible, tan solo deberemos extremar las precauciones en el tráfico urbano por el considerable tamaño en el que nos movemos. Se agradece algo que parece tender a desaparecer. Los conmutadores para cualquier cosa no son táctiles, tienen diferentes posiciones, lo que ayuda a comprobar sin mirar que hemos activado o desactivado lo que sea menester. EN EL MONTE, MUCHAS POSIBILIDADES. Estamos ante un modelo que ha sabido aunar prestaciones y confort a bordo con capacidades para circular fuera del asfalto en todas sus actualizaciones. En este caso la carrocería larga es la más utilizada. A la versión de serie tan solo hace falta calzarla con un neumático mixto para ganar en tracción. Por lo demás, teniendo en cuenta el peso y las dimensiones, adelante. Recorridos de suspensión más que dignos, y funcionamiento ejemplar de todas las ayudas a la conducción hacen el resto. Lógico que sea la primera opción de quienes quieren un todo terreno para rutas excursiones, viajes y…competición. Con el éxito de ventas asegurado solo cabe esperar mas décadas de disfrute del modelo por parte de los aficionados y profesionales al 4×4 de verdad.