Prueba. Skoda Enyaq iV 80. Eléctrico practico, capaz y de precio contenido.
Dentro de la oferta de SUV de Skoda está el Enyaq, 1000% eléctrico que se ofrece con dos motorizaciones y posibilidad de tracción total. Nosotros hemos conocido de cerca la versión de tracción trasera y mayor potencia. Exteriormente el modelo mantiene las líneas maestras de la casa, con un diseño atractivo que deja entrever que tendremos buen espacio para una familia. Salvo el frontal que no tiene entrada de aire en la parrilla principal, pocas diferencias con hermanos de marca. Pasos de rueda marcados y portón de generosas dimensiones saltan a la vista. Las llantas también son especificas, buscando buena aerodinámica y refrigeración. Efectivamente a bordo estaremos cómodos. Asientos muy envolventes sensación de amplitud y muchos huecos para objetos de diferente tamaño. Buen tacto general y todo muy a mano. Destaca la enorme pantalla digital de trece pulgadas desde donde se manejan muchos parámetros. El crecimiento en tamaño de estos dispositivos parece no tener fin. En las plazas traseras, también hay sitio para dos e incluso tres, ya que la caña del cambio desaparece dejando mas sitio para las piernas al pasajero que viaje en el centro. En cuanto al maletero, disfrutaremos de 585 litros con cinco ocupantes, llegando a 1710 si abatimos el asiento trasero. Los cables de recarga se encuentran en el espacio natural de la rueda de repuesto, que no tiene. En marcha se muestra dócil y efectivo, sobre todo en tráfico urbano, donde tan solo deberemos tener cuidado con el tamaño. Nada de ruidos y comportamiento perfecto. Es verdaderamente grande y hay que tenerlo en cuanta en alguna que otra maniobra. En vías rápidas, se muestra eficaz con una suspensión de tarado más bien firme que evita balanceos. Muy buen resultado de conjunto. Es capaz, tiene buena autonomía, (a nosotros se nos entrego con casi 500 km, y nos cundió más que con otros eléctricos) y cumple a rajatabla con el primer mandamiento de Skoda: Inmejorable relación calidad-precio-equipamiento. Con el paso de los kilómetros es de los modelos que menos consumo nos ha parecido tener. El nivel de carga baja aparentemente más despacio de lo que hemos vivido. Tiene varias posibilidades de modo de conducción y realmente no hemos notado mucha diferencia. Nuestra unidad, la iV80, monta un propulsor de 77 kWh y 202 caballos de potencia, con una autonomía anunciada por el fabricante de 535 kilómetros. Su precio arranca en 46500 euros. La versión inferior la iV60 dispone de un motor eléctrico de 58 kWh y 412 kilómetros de autonomía y tiene un precio mínimo 6000 euros menor que el 80. Por la variación de precio, es recomendable contar con más prestaciones. En la práctica con un cargador de alta capacidad en 6-8 horas alcanza según el fabricante el 80% de carga. En el monte. Con lo sencillo, basta. Estamos ante un vehículo que pesa más de dos toneladas por lo que no podemos esperar muchas alegrías fuera del asfalto salvo que nos decidamos por la versión de tracción total. Aun así por ángulos y neumáticos, solo las pistas y caminos en muy buen estado serán amigas de nuestro Enyaq.