Prueba Hyundai Ionic 5. Diferente a todo el sector.
No es el SUV eléctrico mas vendido, pero desde luego es de los que más se ve. Pensado para uso familiar, pero con un ingrediente poco visto, un diseño de lo más futurista. En unos tiempos donde muchos vehículos se parecen, el Ionic 5 se presenta como una alternativa estética real. Con su renovación en el horizonte, hemos querido conocerlo de cerca. Exteriormente, Llama la atención por donde se le mire. Líneas atrevidas y diferentes con la base de un cinco puertas convencional, aprovecha para introducir líneas muy rectas y marcadas. Pasos de rueda diferenciados para dar robustez y tamaño generoso, ya que supera con creces los cuatro metros y medio. Lo mejor, la batalla de tres metros que hace presumir de un buen espacio para los ocupantes. El frontal cuenta con un capo envolvente que llega a convertirse en las aletas en los laterales. La iluminación está a cargo de unos faros mínimos y rasgados. La ausencia de entradas de aire permite un diseño más limpio y atractivo. En la trasera, las ópticas también se diferencian de lo habitual y el alerón de la parte alta del portón da un carácter deportivo a la zona. La ausencia de salidas de escape delata el tipo de propulsión de este Ionic 5. Lo dicho es un coche diferente y con personalidad de no ser uno más de la gama, algo que otros fabricantes mantienen con carrocerías con diferentes soluciones, mecánicas. El maletero cubica 531 litros con sus dos líneas de asientos operativas, alcanzando cerca de 1600 con la segunda fila abatida, lo que permite en caso necesario contar con gran espacio de carga. En la parte delantera bajo el capo, se encuentra un cofre, perfecto para albergar los cables de carga. Los propulsores para las versiones de tracción a un eje (el posterior), cuentan respectivamente con 170 y 218 caballos. El fabricante anuncia más de 481 kilómetros de autonomía, que a nosotros nos resultaron ciencia ficción superando en nuestra prueba los trescientos con creces pero nada más. Hay tres modos de conducción, eco, normal y snow. Y Diferentes intensidades de frenada. Con tiempo y practicando se puede optimizar mucho el kilometraje a realizar por carga. A bordo, el coche es aun más innovador con un salpicadero marcado por grandes líneas horizontales y dos pantallas digitales continuas de más de doce pulgadas. Posición erguida de conducción, y mucha información a bordo. Materiales correctos y agradables y un apoyabrazos que se desplaza varios centímetros de forma longitudinal, según nuestras necesidades. En los traseros que también se desplazan longitudinalmente a voluntad más de una docena de centímetros, mucho espacio y capacidad para tres adultos con el asiento central bastante aprovechable al no tener el habitual túnel de la caja de cambios. Una vez en marcha, todo parece suceder de forma natural, dada la ausencia de ruidos mecánicos y la buena insonorización del habitáculo. Pensado para el tráfico urbano, nunca deberemos olvidar las dimensiones que estamos moviendo, ya que algunas maniobras y calles estrechas pueden ser de delicado trazado La multitud de cámaras ayudan en las maniobras más complicadas. En carretera, se mantiene la suavidad general y la calidad de vida a bordo. Un eléctrico diferente y con diseño futurista como el concepto. Una de las pruebas de que el modelo está gustando es que hasta se ven unidades funcionando como taxi. Supone fiabilidad, calidad a bordo y sobre todo rentabilidad. Hay que acercarse a los 40000 euros para contar con un Ionic 5, pero si estamos decididos a tener un eléctrico, con este no seremos del montón. En el monte, no intentarlo. Existen versiones con tracción total, las de mayor potencia, 236 y 306 caballos respectivamente, pero eso solo nos ayuda en caso de piso deslizante, además usando el modo snow. Por la mínima altura libre, peso, tipo de ruedas (llantas de 19 pulgadas con neumáticos de perfil bajo) y sobre todo concepto, hay que dejarlo vivir sin salir del asfalto. El aspecto SUV, es solo eso, aspecto.