Prueba preparado. Toyota Land Cruiser MPi. Lo justo y necesario.
Es un modelo muy utilizado y esta unidad, es de las que sale al monte con asiduidad, por lo que hay que tener muy en cuenta lo que ha incorporado respecto de la configuración de serie, ya que es fruto de lo que se vive día a día en los caminos. Exteriormente además de los implementos que incorpora llama la atención lo castigado de la carrocería llena de arañazos, señal de que hace monte de forma intensiva. Lo primero que se colocó a este Toyota fueron las protecciones de bajos ARB, pieza fundamental para garantizar la integridad del vehículo fuera del asfalto. Los neumáticos de serie se sustituyeron por unos mixtos en medida 265-65 en llanta de 18 pulgadas. También dispone de bola de remolque lo que permite tirar de caravanas, canoas y demás necesidades. El toldo exterior, completó esta primera fase de mejoras. En la actualidad se baraja incorporar baca, valorándose varias opciones de los que ofrece el mercado. Posteriormente, el vehículo se levo hasta las instalaciones de MPi donde se llevo a cabo la preparación más extensa. Se reformo completamente el sistema de suspensión con un kit completo Old Man Emu con separadores de rueda que aumentan la anchura en tres centímetros por cada lado. Los amortiguadores traseros, también reciben piezas protectoras, pieza especifica que no se ve mucho pero que debería estar en la lista de “imprescindibles”. Por seguir con las protecciones, se han colocado también en el depósito, lo que acaba de completar la robustez integral de toda la zona baja. Exteriormente se han llevado a cabo unas estriberas artesanales a medida perfectas para utilizar el gato mecánico. También se ha colocado la antena de la emisora y unos prácticos y bien camuflados faros suplementarios de LED Osram. El interior permanece de origen, no así la zona de carga. En esta se incorporan cajoneras a medida, y baca interior, lo que permite aprovechar muy bien el espacio aun con cinco ocupantes a bordo. En el monte, valor seguro. Es uno de los modelos más utilizados tanto para excursiones de fin de semana como para viajes de varios días, y esta unidad monta lo justo y necesario para rodar con confianza, sin recurrir a soluciones extremas. Con todo homologado, es discreto y permite tanto acudir a un acto social sin llamar la atención en exceso como no quedar atrás si el terreno se complica. Lo mejor, que el día que lo probamos, pese a rodar fuera asfalto y llevar a cabo algún que otro paso complicado, no percibimos ni desajustes ni ruidos extraños.