Prueba BYD Atoo 3. Un oriental europeizado.
Las siglas corresponden a la frase sajona Build Your Dreams, (construye tus sueños), y pese a que se fabrica en China, está pensado y diseñado muy al gusto europeo. La compañía con mucho musculo económico piensa hacerse con un hueco serio en el mercado de nuestro continente. Son expertos en el tema ya que llevan casi tres décadas construyendo baterías. Exteriormente, cualquier fabricante veterano en el mercado hubiera firmado sus líneas. Moderno, atractivo, y sencillo y diferente. Es un SUV compacto muy al gusto del cliente final actual. Los faros delanteros de LED tienen a unirse con el emblema de la marca en una pieza que imita al metal muy horizontal. Mínimas entradas de aire y resultado coqueto del conjunto. En la trasera la iluminación busca el mismo juego y el nombre de la marca también ocupa un lugar destacado. El spoiler trasero da un aspecto deportivo y la pieza del último pilar de la carrocería, permite imaginar un techo flotante. El interior, es desde luego diferente a todo. Lo primero es comprobar que hay interés por parte de BYD de ser diferente a todo lo existente en el mercado. Las salidas de aire de la climatización son muy originales así como la palanca del cambio, inspirada en la de los aviones. Lo más destacado es desde luego la enorme `pantalla central digital de 15,6 pulgadas, que se puede utilizar de forma horizontal o vertical. Paralelamente en el puesto de conducción tenemos una de cinco pulgadas. A bordo se disfruta en todo momento. Los materiales son buenos y todo está rematado con calidad. Los asientos envuelven y sujetan como aparentan y se mantienen muchos conmutadores con interruptor. Las plazas traseras sirven para tres si no son muy corpulentos, y la posición central permite colocar las piernas sin problemas. Como detalle diferenciador, los paneles de las puertas incorporan en vez de una pieza para que no se caigan los objetos, tres gomas a modo de cuerdas de guitarra. En un pequeño altavoz cerca del marco de las ventanillas, se encuentran los tiradores para poder salir del habitáculo. El maletero cubica 440 litros con los asientos en su posición original Si lo abatimos, llegaremos a 1338, cifra considerable. Dispone de un propulsor que mueve el tren delantero y da 204 caballos. Utiliza baterías de Litio-Fosfato, colocadas en la parte baja de la carrocería. La autonomía a plena carga es según el indicador de 420 kilómetros, algo que comprobamos fehacientemente con una segunda carga. En marcha, seguimos disfrutando de una buena calidad de vida a bordo. Ausencia de cualquier ruido y encaje de los materiales impecable. Las aceleraciones son fulgurantes y es divertido en cualquier circunstancia. En el tráfico urbano, es definitivo, y se mueve con agilidad en carretera. Se echa en falta un tarado más firme de las suspensiones, ya que inclina bastante en los apoyos si rodamos con alegría en tramos virados En BYD son prácticos y se limitan a ofrecer cinco colores y dos acabados, pudiendo disponer de un Atto 3 desde 41400 euros. Eso sí de ahí habría que descontar las ayudas si podemos acogernos a ellas. En el mercado de los eléctricos, este Atto 3, tendrá su hueco, sobre todo gracias al podrió de la compañía que piensa hacer mella en nuestro continente. En el monte, de refilón. Pese a contar con buena altura libre, no tenemos tracción total, ni rueda de repuesto, por lo que mejor será quedarse en el asfalto o salirse los justo por pistas y caminos en buen estado.