En la cima de Hongtu Daban, en el Tíbet, el Taycan Cross Turismo ha cubierto un desnivel de 5.573,979 metros, el mayor hasta la fecha en un coche eléctrico. Porsche ha conseguido un nuevo récord Guinness tras completar con un Taycan Cross Turismo un recorrido extremo de 2.783 kilómetros, desde el punto más bajo de China hasta la cima de una de las carreteras nacionales más altas del mundo. El desafío, de diez días de duración, comenzó en el lago Ayding, situado a una altitud de -218,845 metros, y culminó en la cumbre del Hongtu Daban, a 5.355,134 metros sobre el nivel del mar. La ruta Xinjiang-Tíbet presenta regiones inhóspitas que desafían los límites de la supervivencia, con condiciones climáticas extremas y vías que no siempre están en buen estado. Con muchos riesgos predecibles (e impredecibles) en el camino, este espectacular viaje por carretera sirvió para demostrar las capacidades offroad del Taycan Cross Turismo, así como su confort en largas distancias y su fiabilidad. La eficiencia de carga del sistema eléctrico de 800 voltios de Porsche también fue clave en esta aventura. Más que un simple desafío, uno de los objetivos de este proyecto era invitar a los conductores a pensar en “otro tipo de viajes por carretera”: experiencias más inmersivas, con naturaleza salvaje, mejores recuerdos y, todo ello, sin emisiones. También ha sido una oportunidad para mostrar cómo las posibilidades en materia de sostenibilidad y deportividad aumentan a medida que el mundo avanza hacia un futuro cada vez más electrificado y sostenible. Aptitudes offroad para llegar a lugares complicados. Conseguir el récord de altitud de 5.573,979 metros no fue tarea fácil. Durante la ruta hubo cambios drásticos en las condiciones climatológicas y geológicas, así como en la presión del aire. Gracias a su excelente capacidad de adaptación, los dos Taycan 4 Cross Turismo que emprendieron el viaje pudieron hacer frente a cada desafío. Desde temperaturas en superficie de 70°C hasta carreteras heladas; desde ciudades bulliciosas hasta lugares totalmente despoblados. Este viaje inolvidable ofreció al equipo todo tipo de experiencias únicas. El cuaderno de ruta era un listado de lugares bien conocidos por los amantes de la conducción todoterreno: el Gran Cañón de Tomur, el Bosque de Álamos de Tarim, la autopista del Desierto de Sansha, la autopista Dukou-Lunque y la carretera nacional G219, entre otros tantos caminos de tierra y grava, oscuros y traicioneros, siempre repletos de baches. Los sistemas de chasis y de propulsión de los coches respondieron rápida y suavemente, lo que permitió a los Taycan Cross Turismo salir airosos de cada situación. El modo de conducción Gravel fue de gran ayuda durante la aventura. Una correcta gestión de la energía para aumentar la confianza al volante. A la hora de recorrer grandes distancias, un valor de autonomía realista en la pantalla vale más que una cifra optimista. Esto es algo que pudieron comprobar de primera mano los conductores en la región de la meseta, donde el tiempo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos. En esta zona, los coches atravesaron las condiciones de las cuatro estaciones del año en diez días. La recopilación de datos en tiempo real de los factores que afectan al consumo de energía permitió al equipo planificar con antelación las paradas de carga, algo que aportó un extra de confianza en todo momento. Una de las razones por las que la carretera G219 resulta tan intimidante es su terreno montañoso, que implica un elevado consumo de electricidad. Aquí, la transmisión de dos velocidades hizo su trabajo a la perfección, asegurando que el motor del Taycan Cross Turismo se mantuviera en un rango operativo eficiente, lo que tuvo un impacto positivo en el gasto energético. Algo que resultó sorprendente fue el paso por un tramo a una altitud de más de 4.000 metros, donde la autonomía fue aumentando gradualmente, ya que el sistema de recuperación de energía (de hasta 275 kW) pudo alimentar la batería durante un largo descenso. Ingredientes para alcanzar el éxito: gestión térmica y ajuste del chasis. La ruta Xinjiang-Tíbet no solo presenta desafíos geográficos, sino también un ecosistema de carga poco favorable. Los distintos puntos de carga (CC y CA) que hay a lo largo del camino varían de 22 kW a 120 kW. Gracias a la arquitectura de 800 voltios de Porsche, el Taycan Cross Turismo pudo aprovechar toda la potencia de los cargadores y realizar las operaciones de manera eficiente. En las montañas Kunlun y Tianshan hay un tramo de tierra de 760 kilómetros que los coches atravesaron en cuatro días, ayudados por el sistema inteligente de gestión de energía EnjoyElec, una startup en la que Porsche Ventures ha invertido estratégicamente. Lluvias repentinas, nevadas, cumbres de más de 4.900 metros… Incluso en estas condiciones tan duras, el sistema de gestión térmica inteligente aseguró la temperatura de funcionamiento óptima de los componentes del vehículo y permitió que el Taycan mantuviera un alto nivel de eficiencia de carga. Aventura y comodidad no son necesariamente excluyentes. Como ocurre con cualquier gran aventura, la atención no solo se centró en la llegada, sino en disfrutar el camino. El inmenso desierto de Gobi, las majestuosas montañas cubiertas de nieve, los exuberantes bosques de álamos, los humedales y los accidentes geográficos únicos de Yadan y Danxia fueron marcos incomparables para fotografiar, si bien este viaje fue mucho más que una suma de momentos para Instagram. El Taycan Cross Turismo demostró ser un compañero de viaje fiable, capaz de hacer frente a la fatiga de las largas distancias, incluso cuando las condiciones eran especialmente difíciles. Su chasis de alta tecnología con tracción total y suspensión neumática adaptativa se encargó de filtrar las irregularidades del terreno mientras los expedicionarios pudieron disfrutar de los sonidos, olores, sabores, imágenes y sensaciones que ofrece este magnífico lugar.