Ecos del XXI Clásicos del Atlas. Las brigadas de empuje, básicas en Marruecos.
La edición recién celebrada de esta competición, ha crecido en dureza y exigencia, convirtiéndose sin duda en un reto para los participantes sobre todo los turismos, pero con momentos especiales como rodar entre los bañistas en la playa de Asilah. Buen grupo de participantes el de este invierno de 2023. Modelos variados, buenas aptitudes y mejores actitudes y resolución rápida de las adversidades. Una pena el exceso de visitas a los talleres y es que el ritmo al que rodaban sobre todo los turismos era demasiado optimista. Pese a la veteranía de los modelos participantes, las preparaciones eran correctas y completas y en algunos casos sofisticadas como la de este Fiat en perfecto estado de revista, que montaba dos gatos hidráulicos uno por cada lado para poder mecanicar y desatascar a la mayor brevedad posible. Escenario cuando menos peculiar fue el del primer parque cerrado llevado a cabo en la plaza de toros de Algeciras. Los equipos una vez verificados pasaron uno a uno por el coso andaluz. Algunos se atascaron en el ¡primer metro! de la !primera especial! Literal. El Panda de Aristegui-Erauskin, necesito ayuda incluso de sus rivales para poder atacar la playa. Este Renault 5 llegó más lejos. Casi acaba como un submarino engullido por las olas. Necesito de varios coches de la organización en su rescate para no acabar en el fondo del mar. Las jornadas de dunas tuvieron como complicación añadida la navegación lo que desesperó a más de uno, que paso varias veces por el mismo punto hasta encontrar el rumbo correcto. También hubo especiales con público y es que el recorrido incluía lugares conocidos y visitados con frecuencia por el aficionado, como el paso por la Gara Medouar. Lo de empujar entre los turismos es el día a día. No es porque sean de Bilbao, pero el Renault 5 de Aristegui-Erauskin, se movía ¡sin conductor a bordo! Eso es interés por salir del atolladero. Si en el Mar Cantábrico se las gastan así los del Mediterráneo no les van a la zaga. El Seat 127 de los almerienses Asensio-Rodríguez, es empujado !cuesta arriba y hacia atrás! en un pedregal para que vuelva a arrancar. Les quedaba menos de un kilometro la última jornada en la última especial para acabar el Clásicos. Como para no ponerle ganas. El vehiculo más genuino y peculiar de la caravana fue la Ural con sidecar que los López padre e hija (seis años)participaron en la prueba y que aguantó hasta que la transmisión de la moto cedió. Verdaderos aficionados. Lo más importante de la carrera fue la nueva entrega de material al equipo de futbol femenino de la localidad de Kamhlia, consistente esta vez en un juego de focos alimentados por dos baterías que servirán para que se pueda entrenar en invierno cuando la luz del día cae pronto y en verano de noche cuando las temperaturas son más benignas. El equipo organizador, ha hecho lo posible por el buen desarrollo de la carera. Se cuenta entre el grupo humano con una treintena de dakares africanos entre pilotos copilotos y prensa, además de tener personal curtido en lides similares. Para cubrir la carrera utilizamos uno de los vehículos de cortesía del concesionario oficial Toyota Kobe Motor, que pese a tener record de conductores que han pasado por el, medio millón de kilómetros encima y muchas batallas que contar, mostró un comportamiento impecable, nos sacó de todas consumió lo justo y no nos falló en nada.