Rutas 4×4. Así les fue. Toyota Kobe Motor. Disfrutando del otoño.
El concesionario madrileño de la marca japonesa no se olvida de sus clientes de fuera del asfalto, y como en años anteriores programó un completo fin de semana de actividad, al que dieron respuesta una treintena de vehículos, quedando interesados en lista de espera. Divididos en dos grupos, afrontaron un recorrido que fue responsabilidad del club Wheeltracks 4×4. Tras días de lluvias intensas, se preveía un escenario otoñal perfecto como así fue, ya que la cara norte de la Sierra de Ayllon se ofrecía en todo su esplendor con una completa paleta de colores que eran todo un espectáculo para la vista. Cerezo de Abajo fue la población de donde se partió para rodando siempre por pistas en buen estado y tras vadear el rio Cerezuelo y rodear la Ermita de la Virgen del mismo nombre alcanzar su homónimo de Arriba. Posteriormente, se dirigían los grupos hasta la población de Riaza, y tras volver a vadear esta vez el rio del mismo nombre, superar la Ermita de Hontanares, y ganando altura, llegar al mirador de Piedras Llanas. Baja temperatura (2 grados centígrados), viento y niebla hacían la escena fantasmagórica, haciendo no obstante la foto de grupo, acto imprescindible del fin de semana. De nuevo en el camino, descenso hasta Cinco Villas y Gomeznarro, donde el agua se convirtió en protagonista por las continuas piscinas que invadían las pistas. La vegetación abrazaba los caminos cada vez más estrechos hasta llegar a una seria trialera de subida que obligó a emplear la mejor de las técnicas para superarla. Fresno de Cantespino, se convirtió en la siguiente localidad alcanzada, para posteriormente llegar hasta el área recreativa de la Urbanización Prado Pinilla, donde tuvieron lugar los almuerzos campestres. Aldeanueva del Monte se convirtió en el primer destino vespertino, para posteriormente por pistas más anchas superar Turrubuelo y movernos cerca de la vía de tren abandonada Madrid-Burgos. Aldeanueva del Campanario recibía a los participantes cuando la tarde comenzaba a languidecer, y en pocos kilómetros por caminos en perfecto estado llegar hasta Boceguillas donde terminaba el recorrido. Tras un sorteo de regalos que alcanzó a todos los presentes, se despidió a los felices ruteros que venían desde incluso Bilbao e Italia. Un lujo de grupos que está deseando repetir. En cuanto a los vehículos, estaba todo el abanico de modelos de la marca, desde veteranas series70 hasta un flamante 250 recién matriculado. En Kobe Motor, hay clientes para todo.