MÁS QUE MINI.
El prototipo alemán, es consecuencia de dos lustros de trabajo de un equipo que ha demostrado una progresión imparable. Lo hemos conocido de cerca.
Edición en papel en la revista Autoaventura 4×4.
Es con diferencia el 4×4 de competición, más avanzado. Incorpora lo último en cuanto a tecnología de competición se refiere, y empieza a acumular un palmarés sobresaliente. Días antes de el equipo se desplazara a América a competir, tuvimos la oportunidad de contemplar en acción e incluso subirnos a una de las unidades de Mini del equipo X-Raid en un copilotaje llevado a cabo por gentileza de BMW España en la finca de Les Comes que dirige Pep Vila. .
LO MÁS AVANZADO DEL PARQUE CERRADO.
La unidad, que ilustra el reportaje, es concretamente la que usaron Stephan Peterhansel y Jean Paul Cottret para ganar el Dakar dl año pasado. Dicho vehículo, estaba parado a nivel de competición, ya que eran otras las unidades que habían cruzado el charco para participar en la carrera de esta temporada, pero estaba en perfecto orden de combate. Por recordar algunas de las características técnicas del modelo, cabe citar que se trata de una estructura multitubular, con carrocería enteramente de fibra. Su propulsor es el denominado N57RS12. Cubica 2.993 c.c. y da según el equipo 307 caballos con un par de 700Nm penalizado por la brida reglamentaria de 38 milímetros. La velocidad máxima roza los 180 km/h. estando este dato directamente mediatizado por la relación de cambio, que incorpora la caja de cambios Sadeev de seis marchas. El embrague es AP y los diferenciales Xtrac. Monta frenos de 320mm en ambos trenes siendo ventilados por aire en el tren delantero y por aire y agua en el trasero. Neumáticos 245/80 R 16. Las dimensiones, largo/ancho/alto son respectivamente 4333/1998/1966 milímetros, la batalla queda en 2900 y el peso en vacio asciende a los 1.900 kilogramos. Con estas premisas, estamos ante una verdadera máquina de tragar kilómetros, independientemente del terreno que se aborde.
UN EQUIPO AL ALZA.
Hace ya diez años que Sven Quandt dejo de competir con vehículos ajenos para montar su propio proyecto de equipo de competición partiendo de cero. Sus instalaciones en la localidad alemana de Trebur, han ido aumentando en tamaño y servicios, paralelamente al de sus vehículos. Empezó con la caja del BMW X-5 y nulo apoyo por parte de la marca que no veía en la competición un escaparate acorde a su producto. Lo único de que se disponía en el equipo suministrado por el fabricante eran motores y diferenciales. En aquella época tuvimos la fortuna de la mano de José Luis Monterde de visitar el equipo y ya pudimos comprobar que la cosa iba en serio (nuestros lectores más fieles recordaran el reportaje). Temporadas después Luc Alphand encabezo una nueva vuelta de tuerca del equipo, hacer ganador uno de los prototipos esta vez con propulsor diesel. Cuando lo consiguió, creó escuela, ya que otros equipos oficiales de marca como Volkswagen o Mitsubishi se apuntaron a la tendencia. El titulo mundial de Al Mutaiwei en 2004 fue una buena recompensa del proyecto, pero sin dejar de crecer, el que los equipos antes citados dejaran oficialmente la competición, allanó aun más el camino del éxito de X-Raid. El éxito comercial y de imagen del Mini fue un espaldarazo definitivo ya que implico de forma directa al fabricante alemán. Las victorias se suceden allá donde compiten y aparte del éxito deportivo, el éxito comercial les avala, con la práctica totalidad de las unidades construidas desde el estreno del equipo hace dos lustros, rodando, bien alquiladas o bien vendidas. El futuro
A BORDO, TODA UNA EXPERIENCIA.
Ya habíamos tenido la ocasión de rodar al lado de Nani Roma, fue hace un par de temporadas tras una Baja Aragón cuando la caja del X-3 era toda una novedad. Pese a ser un hombre de moto, se ha aplicado extraordinariamente en las temporadas que lleva en las cuatro ruedas y sus dotes de pilotaje están más que contrastadas. Aparte de entrenar casi a diario sobre pistas de tierra, ha competido regularmente en el nacional de tierra y su tono de competición es de los mejores. Nos acomodamos al asiento y nos preparamos para disfrutar, siendo conscientes de que no va a durar mucho el recorrido con Nani, por lo que no hay que perder detalle. Tras unos minutos arrancado para que el Mini alcance la temperatura optima de funcionamiento. Miro a lo lejos lo que viene, pero en cuanto puedo fijo mi mirada en las manos y los pies de Roma para verle actuar. La primera parte del recorrido (lo preparo el día anterior con Pep Vila) es sobre pista muy rápida de buen piso y curvas de diferente radio. El coche acelera sin compasión y rápidamente vamos a velocidad de “crucero”. A la hora de frenar, ningún titubeo, y el paso por curva no hace pensar para nada de que vamos en un vehículo de casi dos toneladas de peso y un centro de gravedad no precisamente bajo, si la curva es cerrada, un leve toque al freno de mano y vuelta a acelerar. Ahora enfilamos a toda velocidad y cuesta abajo un camino atravesado perpendicularmente por una pista con sendos taludes a los lados. Nani no afloja y el vuelo parece inevitable, aparentemente descolocados en el aire el coche cae contundentemente de la rueda delantera de su lado, pudiendo comprobar cómo la suspensión ha sido exigida severamente, pero sin inmutarse. ¡Impresionante, tras varias enlazadas rapidísimas y algún que otro salto, comenzamos el recorrido de regreso en cuesta arriba y por una de las zonas más destrozadas de la finca, destrozada de verdad, y Roma, con el que hasta el momento solo he cruzado unos pocos comentarios sobre lo vivido a bordo del Mini, empieza a hacernos ver lo eficaz del prototipo, “esto es lo que más me gusta”, comenta, “por mucho que se deteriore el terreno, se puede mantener el ritmo de carrera sin problemas”. “La tracción nunca se pierde” continua. En la práctica sobre una trialera que hemos recorrido en otros eventos de la finca, con sumo cuidado ya que las piedras son como mojones de carretera, el Mini pasa como s fuera un tapiz asfaltado, incluso en virajes cerrados en pleno apoyo en plena bajada. El terreno mejora y tras unas enlazadas, una sucesión de saltos que el prototipo gestiona de forma impecable, aunque Nani que no pierde la concentración ni un segundo, tiene buena parte de culpa sobre el tema, una curva peraltada es la última “sensación” que vivimos. Por conjunto es con diferencia lo más efectivo que se puede encontrar en un parque cerrado.
PIES DE FOTO-SUMARIOS.
-El Mini es el 4×4 de competición de referencia en la actualidad.
-Pase lo que pase y pise donde pise, el ritmo siempre es brutal.
-El futuro del proyecto es inmejorable.
