Texto: Alain Gonsalez. Fotos: Jaqueline Vagner.
Una carrera donde se requiere mucho esfuerzo, trabajo en equipo, ilusión y compañerismo… para poder terminar. En el puerto de Marsella nos reunimos 60 equipos para iniciar la 6ª edición de la Desert Raid. Esta es la edición más internacional de esta prueba, que cada año tiene más participación y seguidores, pues vienen equipos de Rusia, Italia, España, Francia, Suiza, Portugal, Bélgica,…Vienen coches de todas las marcas y nivel de preparación. Vienen participantes muy veteranos y otros que se estrenan. Pero todos tienen el mismo objetivo: superar el desafío Desert Raid. Son 2 categorías: Extrem ( la más exigente y que requiere de mucho esfuerzo y trabajo en equipo ) y la Adventure ( algo menos radical, pero que no es sencilla). Tras una travesía en ferry de más de 20 horas desde Marsella, llegamos a Túnez donde las autoridades nos agilizan el paso aduanero a los participantes del Rally. El domingo noche pasamos las verificaciones en Douz: el ambiente era increíble, con multitud de equipos revisando y preparando sus coches para afrontar la gran aventura. El briefing de cada noche es vital (y en varios idiomas), pues es ahí donde nos comunican los datos clave para diseñar las estrategias de la etapa del día siguiente. Solo terminar la reunión los copis, se ponen a trabajar con sus pc, tablets, gps… para diseñar las rutas y opciones. Aquí se nota los que tienen experiencia en interpretar las fotos satélites, pues en la Desert Raid, no sirven de nada los mapas rutables, la cartografía,…. porque no hay caminos, solo dunas y arena durante todas las etapas. Me resulta curioso observar el nivel de preparación de cada coche según las nacionalidades (parece que cada país tiene su propia escuela):
- Franceses: Unos coches con una presencia externa muy bien cuidada, así como suspensiones y protecciones muy bien estudiadas, pero en cuanto a los equipos de navegación no se esfuerzan mucho: un tablet o 2 gps, y nada más.
- Italianos: Ahí se ve la veteranía, tanto en los grandes como pequeños detalles. Lo tienen todo estudiado, tanto en navegación, equipos de rescate,… todo a mano y muy funcional. Se nota que llevan varios años participando en la Desert Raid.
- España: Aquí se nota la limitación presupuestaria: coches no muy nuevos, con muchas heridas de guerra, pero aprovechados al máximo. Tienen todo lo que se necesita sin grandes alardes. Los equipos de navegación justos (ni más ni menos), y los motores justitos (ni más ni menos).
- Bélgica: Aquí parece que van más sobrados (incluso Hummers H1, H2 y H3 con unas preparaciones brutales). No sé qué tal funcionaran estos monstruos por las dunas,…. Ya veremos.
- Rusia: Es otra historia. Los coches muy correctos pero muy cargados y pesados. En cuanto a la navegación, muy, pero que muy justos,… pues alguno solo lleva 1 gps (¡¡ y esta es una prueba de navegación!!). Resulta divertido intentar leer sus gps…¡¡en cirílico!!. Son una gente encantadora, muuuuy curtidos y unos luchadores, que nos darán más de una lección de esfuerzo y constancia.
- Portugal: La discreción manda. Los coches “parecen casi de serie”, pero en cuanto los miras con detalle, te das cuenta que llevan lo mejor de lo mejor (leones con piel de cordero). A tener en cuenta.
- Suiza: No podía ser de otra manera. Llevan todo lo necesario, bien preparados y muy funcional. Son veteranos de la Desert Raid.
El lunes Etapa I, con el único enlace de asfalto de toda la carrera: 5 km de asfalto ( ‘’ solo 5 “), y ya estamos en arena. Desde luego, este lugar es único. La salida es impresionante: 60 maquinas frente a las primeras dunas, preparadas para afrontar nuestro desafío personal. Este dia ya empezó a marcar diferencias: Italia y España fueron “a por todas”, y los demás algo más conservadores (solo algo más). Dunas, dunas y más dunas… hasta que se hizo de noche, justo al llegar a la Meta. Fue una etapa larga, y ningún equipo consiguió realizar todos los puntos. Ya se intuía que esta edición “pintaba dura”. El campamento sobre las dunas era genial, con todas las comodidades y un ambiente dakariano espectacular. El martes a primera hora ya estábamos en marcha, y desde el primer minuto ya teníamos las estrategias claras: “italianos y españoles a por todas” … y los demás “también”. La etapa fue más corta, pero más intensa. Unos equipos llegaron tarde,… otros llegaron muy tarde, y algunos tuvieron que ser rescatados por los camiones de la organización. La verdad es que fue un día muy emocionante para todos, y que puso a prueba tanto las habilidades y técnica de conducción sobre dunas, como la resistencia de los pilotos, y el compañerismo entre equipos. Un día Desert Raid. En la categoría Adventure también trabajaron bastante ( más bien mucho) para terminar la etapa .
En Francia, había oído comentarios, respecto a que era una excursión fácil, un paseo sobre dunas, una salida de club,…. pues nada de eso, es una prueba bastante dura y exigente. Fue en esta jornada donde nos dimos cuenta que el nivel de preparación de los coches y de los equipos de navegación, no es tan determinante para llegar a final de etapa, pues algunos de los “monstruos” estaban clasificados muy por debajo de coches “más sencillos”. Es la ventaja de este tipo de Rally-Raid en dunas: aquí no se gana con el presupuesto, sino con el esfuerzo y trabajo en equipo de cada día. Esta noche los mecánicos de la organización trabajan fuerte para dejar todos los coches listos para mañana. El campamento de hoy es una maravilla (¡¡solo le falta el wifi!!) rodeado de dunas y con una puesta de sol increíble. En la cena todo el mundo cuenta sus batallitas de la etapa, o de ediciones anteriores, compartiendo gin tonics, vinos y risas. La tercera y cuarta Etapas son lo que llaman etapa Maratón, y es en la única en la que se duerme en vivac (no en un campamento organizado), y en la que no hay suministro de combustible por parte de la organización ( los Hummers cargan todos los bidones que pueden!!!). Fue larga y fácil, con parada en un oasis muy chulo. El punto de vivac es obligatorio para todos los equipos, y la hora de llegada también…. aunque más de uno llego más que tarde. Las dunas de la parte final no eran fáciles y más de uno cayó en la trampa. Yo recuerdo la llegada de dos equipos rusos a las 2 de la madrugada, avanzando con mucho esfuerzo por las dunas de noche ( que no es nada fácil), y llegar con una sonrisa y saludando “ tomorrow 6 o´clock again”. Es increíble el espíritu de lucha que tienen estos rusos. La 4ª etapa fue la más espectacular hasta el momento, con grandes cordones de dunas ( algunos bastante difíciles) y unos paisajes impresionantes. Es precisamente en estos grandes cordones que nosotros nos preguntamos “¿Cómo lo hacen los Hummers para pasar por lugares así?”…. y la verdad es que pasan. Increíble. Por la noche, llegamos al nuevo campamento, donde el ambiente es genial. La Desert Raid es una competición tan dura como escoja la estrategia de cada equipo, pero el ambiente de compañerismo es fantástico, todos los equipos se ayudan entre sí (a pesar de ser competidores). Este es uno de los triunfos de los organizadores, que han conseguido aplicar el “espíritu de los primeros Dakares, donde los participantes compiten entre sí,… sin dejar de ayudarse”. Es uno de los aspectos clave que ha hecho triunfar esta carrera. Si la cuarta etapa nos gusto, la quinta nos fascino: cordones de dunas espectaculares y unos paisajes impactantes. Esto solo puede vivirse en un desierto como este. Este día fue clave para la estrategia de algunos equipos, lo que les permitió destacarse en la clasificación ( la lucha quedaba entre equipos de Españas e Italia). Nosotros ya estábamos felices con terminar, pues no todos los equipos consiguen llegar a la meta.