Fotos: Lord Ferguson y Miss Rogue. Tanta es la pasión que levanta el mundo del motor alrededor de todo el planeta que, desde que la tecnología y su evolución meteórica permitieran la posibilidad de simular la experiencia de alcanzar velocidades extremas y sentir la adrenalina de las curvas más difíciles, los coches, motos y demás máquinas motorizadas han ocupado un papel central en la irrupción del entretenimiento enfocado a los kilómetros por hora, a los cambios de marcha o a los adelantamientos. Y es que, ¿quién no ha jugado alguna vez al Gran Turismo? ¿Quién no ha, al menos, oído hablar de su popularidad y de su éxito? Parece extraño que ese sea el caso, pues se trata de un videojuego que nació hace más de dos décadas (1998) y que aparece entre los más vendidos de la historia. Sin embargo, el mundo del motor y el entretenimiento no convergen única y exclusivamente en el mundo de los videojuegos. El claro ejemplo es que las máquinas recreativas, conocido como arcade, también le han dedicado un espacio privilegiado a los coches, motos y demás. Quizá este último tipo de simuladores han perdido su momento ya, en parte por la irrupción de los videojuegos, pero no cabe duda de que los más nostálgicos todavía acuden a los míticos establecimientos que siguen incluyendo entre sus opciones juegos relacionados con el motor como el World Rally Championship, el Crazy Taxi o el Out Run. Es más, probablemente, los recreativos y sus juegos de automóviles y motocicletas fueron una fuente de inspiración para los videojuegos. En esas salas de juego que inundaron las sociedades a partir de los 70 y que acogen entre sus cuatro paredes los simuladores con los que el propio jugador o jugadora puede sentarse en el asiento, agarrar con una mano el volante y, con otra, la palanca del cambio de marchas, hay también otra vía de entretenimiento relacionada con el motor. Las máquinas tragaperras o slots están presentes también en las salas de juego convencionales, además de en las más actuales y adaptadas a los nuevos tiempos, los casinos online. Tanto es así que es común encontrar slots en plataformas en línea como Betfair, la cual dispone de aplicaciones para iOS y Android, cuyos juegos tienen una temática de coches, como lo es la popular tragaperras, Buckle Up. El caso es que, si el mundo del motor irrumpió con fuerza en los simuladores, también lo hizo poco tiempo después en el de los casinos, que poco a poco fueron incrementando la oferta relacionada con las carreras y con las máquinas tragaperras. La industria de los slots también ha intentado jugar con los nombres de los videojuegos de carreras más aclamados, como el Gran Turismo, el Grand Theft Auto o el Need for Speed. Aunque la presencia de este tipo de máquinas en casinos físicos ha aumentado, la oferta en los casinos virtuales es la que más hueco le ha hecho al motor y a la velocidad. En la red, los «slots motorizados» han descubierto un nicho que potenciar.