Barro, sudor, polvo y tensión serían las 4 palabras necesarias para resumir el II trial 4×4 de Mondariz. Un espectáculo sin precedentes que se celebra por segundo año consecutivo en la villa de los balnearios.
Pese a la amenaza de lluvia, durante los dos días durante la prueba no cayó ni una gota y público y pilotos pudieron disfrutar de un espectáculo sublime. Desde el sábado los 11 equipos participantes en la prueba dieron el todo por el todo en cada uno de los obstáculos. La dureza de los mismos era extrema, hasta tal punto que se pidió por parte de la FGA el cambio de algunas zonas debido a su extrema dificultad, cosa a la que la organización no cedió.
Uno de los detalles propios de este trial, cosa que los distingue de muchos otros, es la colocación de cintas, no solo para delimitar las zonas sino, para delimitar hasta donde se puede acercar el público. Un detalle de organización y seguridad muy de agradecer. Pena que no se usasen cintas de dos colores (Verde y roja) para diferenciar claramente las zonas de público y trazado. Por otro lado, el contar con una zona asistencia asfaltadas, zona de acampada así como bar y otras instalaciones le dan a este trial un plus extra.
La prueba comenzó con unos recorridos de infarto. La pareja leonesa formada por Sergio y Mª Teresa reconocían los tramos con cautela, prueba de ello era su trazado limpio y justo. Su “Steel Crawler V8″ pasaba por la mayor parte de las zonas sin despeinarse, era clara la experiencia y la buena coordinación del equipo,todo ello los llevarían a la tercera posición del cajón. El equipo Monster, con Emilio como piloto y Juan Antonio como copiloto hacía las delicias del público con unos pasos por las zonas más espectaculares que eficientes, pero claro, el trial no es solo técnica sino también espectáculo.
Hasta tal punto que, el equipo del Proto Monster, protagonizaró un espectacular vuelco en una de las zonas y una humareda digna de las fallas valencianas, con una rotura de motor intentando sacar su Proto Monster del barro. Haciendo gala de experiencia Raúl López y Manuel llevaban su Proto Pedriña EVO 3 a una segunda plaza más que merecida. Por otro lado Jacobo Blanco, y Ricardo Blanco, sin hacer ruido y con total discreción se colocaron en la primera plaza del cajón.
Entre los vehículos de serie modificados Eran David y Amador Pérez los que se hacían con la victoria (6º de la general) con su más que conocido Jeep Wrangler. Lino Vello y J. José se aupaban al segundo puesto del GR.A con su Suzuki Vitrara, que a pesar de no tener la apariencia de “Uno de los grandes” es un coche tremendamente versátil, con unos ángulos muy logrados y de escaso peso. En la tercera posición encontramos a Enrique Manuel y José Bruno con un indestructible Nissan Patrol. En la cuarta posición, con el otro Wrangler se situaron Manuel Tanoira yAntonio Barbeito, que pese a las múltiples roturas alcanzaron una posición más que digna.
Ya en la 5ª posición con un Suzuki Vitara Jairo y Jesús continúan acumulando experiencia con una conducción de calidad, pero la peor mecánica y la mala suerte pasaron factura. En la sexta plaza, se situaron Felipe y Javier con su modesto Lada Niva, pese a sus muchos intentos, pequeños fallos de coordinación, junto con las calidades más que ajustadas de los materiales de su Niva les impidieron alcanzar una mejor posición.
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