LOS ESPAÑOLES, ACABAN Y CON NOTA.
La Copa del Mundo acabó como es habitual en tierras portuguesas en la Baja Portalegre 500, que cumplía su XXVII edición. Más de cuatrocientos kilómetros contra el crono en dos tramos eran el reto a superar. Con dos de los aspirantes al título ausentes (Schlesser y Roma), Krzysztof Hollowczyc, tercero en la clasificación general, debería ser al menos quinto para hacerse con el título. Segundo en la prologo tras Barbosa (que rompió su motor a poco de comenzar), paso a liderar la carrera y la domino sin problemas, lo que se tradujo en la obtención del título.
Enrique Bonafonte, acabo en una brillantísima séptima posición, clasificación que pudo ser mejor, pero sufrió fallos en su alternador, que le impidieron rodar en el primer tramo con buen ritmo.
Luis Recuenco, llego a rodar séptimo, pero en su afán por meterse aun más arriba, volcó a poco de comenzar el segundo tramo, quedando poco después su embrague seriamente dañado, lo que le fue retrasando, acabando no obstante noveno.
Luis Chillida tomo la salida con todas las precauciones al llevar motor nuevo sin haber podido probarlo. Rodo en una remontada continua que le permitió alcanzar el undécimo puesto.
Javier Grasa sufrió dos pinchazos en los primeros kilómetros lo que les hizo perder mucho tiempo al tener que rodar prudentemente para acabar el primer tramo y llegar a la asistencia y sustituirlos, no obstante acabaron entre los veinte primeros.