EL FAVORITO.
Para muchos aficionados, este modelo es el 4×4 definitivo. Pese a su antigüedad en el mercado, son infinitos los acabados y preparaciones que se han llevado a cabo, sobre este Toyota.
A esta unidad enfocada a la competición, su propietario el piloto José María Servia le ha dado un toque de lo más personal.
Texto: Ángel Montalbán. Fotos: Ángel Montalbán y Fina Román.
Altos, anchos, con la casa dentro, convertidos en pick-up, en competiciones de trial y extremo, en viajes, o en estado lamentable, funcionando perfectamente tras años de maltrato por parte de propietarios sin escrúpulos este modelo del fabricante japonés, ha cautivado a un buen numero de aficionados a los que se podría dividir en dos grupos, por un lado los que tienen uno más o menos preparado y por otro los que estaríamos encantados de tener uno. La unidad que ilustra estas páginas, tiene vocación carrerista, pero su uso intensivo le ha hecho incorporar multitud de accesorios que le permiten mejorar la calidad de vida a bordo en desplazamientos africanos de miles de kilómetros de recorrido.
PROPIETARIO DE CAMPANILLAS.
No vamos a descubrir ahora a José María Servia. La familia es de las de las carreras de toda la vida, En este caso estamos ante un piloto que ha basado su trayectoria en pruebas en ruta fuera del asfalto. Tanto en tierra como en todo terreno, lo ha ganado todo y puede presumir de ser el único piloto al que un equipo oficial extranjero le ha llamado a competir, sin que este tuviera que aportar ningún dinero de patrocinio. No se le puede tachar de retirado, (nos retiraría el saludo), pero a falta de un programa deportivo serio, basa su actividad anual en ser junto con Rene Metge (¡nada menos!), el responsable de la elaboración del recorrido del África Race, la prueba que sigue uniendo contra el crono el sur de Europa con la capital de Senegal, Dakar, además de organizar viajes a la carta por el norte de Africa. Poseedor de diversos modelos de Toyota, desde hace tiempo no paró hasta hacerse con una unidad de HDJ 80 y prepararla a su gusto.
QUE NO FALTE DE NADA.
Aparte de los refuerzos estructurales en puntos críticos, el apartado de la suspensión ha sido tratado con esmero. Monta muelles King Springs, y lleva balonas neumáticas en el tren trasero cuya presión se puede regular desde el interior en función de la carga. Los muelles son Nadaltech, marca poco conocida pero de total confianza de José María, no porque sea desarrollada por su hijo ingeniero industrial de profesión, sino debido a la total ausencia de incidencias en miles de kilómetros fuera del asfalto. A nivel de protecciones las partes más críticas, como el depósito la delantera y la central, llevan planchas a medida de dural. Mecánicamente, el propulsor lleva incorporado un intercooler y lleva una preparación de la bomba inyectora alcanzando los 255 c.v. disponiendo de toma de admisión elevada. Detalle profesional, dispone de un acelerador manual, que permite bajarse a empujar cuando la situación lo requiera, sin necesidad de estar haciéndolo de forma convencional El cambio y los bloqueos se mantienen de serie aunque el embrague es reforzado. La autonomía queda garantizada por un depósito auxiliar de 175 litros que suplementa los 95 del de origen. Mas cosas para levantar el vehículo, se confía en un gato hidráulico Hidralair que tiene posibilidad de activación en la parte trasera, delantera y central. Para ello las taloneras laterales albergan dos calderines de más de 10 litros de capacidad, de cuyo llenado se encarga un compresor bicilindrico. Por concluir, exteriormente, se han adoptado dos faros frontales de largo alcance de xenón, cabestrante empotrado, y bola de remolque.
Si por fuera la apariencia es discreta, por dentro las mejoras son todo un aluvión. Arco de seguridad en todo el habitáculo, asientos baquet reclinables, arneses, dos bacas interiores de techo (permiten albergar material de acampada y ropa de abrigo sin tener que mover el resto de la carga al sacar/meter dicho material). Depósito de agua de 20 litros, cajoneras traseras con alojamiento para las planchas de arena, nevera, congelador, convertidores para corriente alterna, luz del copiloto y del interior por led y sistema de control de presiones de los neumáticos. Para navegar, dos soportes de ordenadores portátiles, que envían sus datos a una pantalla ubicada en el salpicadero, donde también se sitúan el aparato de medición de distancias, y el GPS. Si el interior va muy lleno la segunda rueda de repuesto va en el techo en un soporte de quita y pon a tal efecto. Dos detalles que los lectores más interesados habrán descubierto al ver las fotos, son las cortinillas enrollables de las ventanillas delanteras y la cafetera instantánea que se encuentra en la parte posterior del vehículo. No le falta detalle.
COMPETENTE EN TODO.
Podría parecer escasa la preparación, ante modelos con preparaciones mucho mas “aparentes” con ruedas descomunales y alturas exageradas, pero este coche va bien en cualquier circunstancia, tanto en pista rodando rápido como en zonas trialeras. Los amortiguadores son toda una sorpresa y se muestran eficaces en todo momento. Es sin duda un vehículo muy pensado y muy probado. Sus cifras le avalan. Más de una docena de viajes desde la península a Dakar, tanto de ida como de vuelta, recorridos por Mauritania, Marruecos, Senegal, Túnez…sin el más mínimo problema, con revisiones mínimas, parecen avalar la preparación concreta del coche al que no le falta detalle, cumpliendo con los caprichos de su propietario.
LA OPINION DEL PREPARADOR.
José Luis León, apoya sin reservas el buen concepto que se tiene del modelo. “Es una base inmejorable”, afirma, sin embargo aboga por el buen estado del vehículo, “si esta oxidado o mal cuidado, ni intentarlo”. Nos manifiesta que la línea de trabajo sobre el modelo está muy estudiada, “Rene Metge lleva uno prácticamente igual, y Luis Chillida, que ha ganado dos años consecutivos la categoría de históricos del Campeonato de España, utiliza el que fuera de Jaume Aregall y que utilizó en la primera edición del Africa Race donde hizo podio, ese también se preparo en casa” continua, “tan solo habría que actualizar la barra antivuelco para poder estar reglamentariamente en la salida de una carrera” concluye.
-El coche de José María Servia, aúna multitud de soluciones habituales junto con detalles muy personales.
-El HDJ-80 es un modelo tremendamente valorado por los aficionados.