PRUEBA DE CALIDAD DE METAL LUBE.
Demostrar la eficacia de un producto, no siempre está al alcance de cualquier usuario. Hemos tenido la posibilidad de llevar a cabo una prueba real de uno de ellos.
EDICION EN PAPEL EN LA REVISTA AUTOAVENTURA 4X4
Todo empezó como suele pasar con este tipo de cosas, con la provocación. El equipo humano que corre a bordo del vehículo que lleva los colores de la marca en el nacional, llevaba tiempo hablándonos de las bondades del producto, de su calidad y de su eficacia, y nos propuso que podríamos hacer una prueba en directo que acabara con los indecisos. Según el piloto José Augusto González y la copiloto María Ángeles Fernández, su patrocinador se comprometía cuando quisiéramos, a que un vehículo normal, de estricta serie, sería capaz de funcionar sin aceite en el motor tras haber sido tratado con Metal Lube. No solo arrancar, sino hacer un puñado de kilómetros de ruta fuera asfalto sin el más mínimo problema. Sonaba un poco exagerado, pero…aceptamos el reto.
DIFERENTE A TODO.
La diversidad de maquinaria que el desarrollo industrial, ha traído al día a día de la vida en los países industrializados, problemas paralelos en cuanto al uso que se recibe la citada maquinaria. A mediados de los ochenta, un grupo de ingenieros mecánicos, químicos y de lubricación norteamericanos, crearon la formula antifriccional de Metal Lube. Este es el nombre que se dio a la formula. Se trata de un tratamiento para el metal, que mezclado con el lubricante y sin cambiar las características fisicoquímicas de este, actúa en los puntos donde existe fricción, reduciéndola en un 95% y el desgaste en más de un 80%. También se reduce la temperatura, los ruidos de fricción, los consumos de aceite y combustible, y energía. Mejora de paso, la fiabilidad, el rendimiento y la vida útil. Su uso es perfectamente compatible con todo tipo de aceites, tanto los vegetales, como los minerales como los sintéticos, además el producto es absorbido por el metal, y no se pierde en sucesivos cambios de aceite, ni modifica las tolerancias entre piezas al no crear capa. Sus posibilidades de uso son prácticamente infinitas, abarcando desde pequeños vehículos de slot o radio control hasta las esclusas que operan en el Canal de Panamá.
EMPRESA HUMILDE, PERO EFICAZ.
Juan Miguel Martínez, es la cara de Metal Lube en España. Muy prudente en el trato y conocedor absoluto del producto que distribuye, demostró una gran hospitalidad al permitirnos conocer sus instalaciones y de paso permitir poner en marcha una prueba de estas características. No fue fácil llegar a donde esta, pero pude presumir de que su proyecto goza de perfecta salud. Como tantas otras familias de la zona alicantina donde se asientan, el valle de Elda-Petrer, la dedicación principal era el calzado, pero a nivel personal también paso unos años dedicado a la construcción. Paralelamente un miembro de la familia hacia viajes periódicos a Norteamérica, donde contacto con la marca que tiene su central en Puerto Rico. Importo un primer lote de productos y maquinas de demostración, para comenzar con la distribución. Este proceso debía ser auspiciado por los propios responsables de la marca, que por problemas personales, no pudieron hacerlo en un primer momento, lo que hizo que la comercialización no se pusiera en marcha hasta pasados unos cuantos meses. Es entonces cuando Manuel casi sin querer revivió la idea original de ser quienes introdujeran Metal Lube en nuestro país. Desde entonces el crecimiento ha sido imparable, teniendo en la actualidad casi treinta referencias en su catalogo y red comercial por todo el país. Gentilmente nos hizo una demostración del producto, consistente en hacer rodar una pieza metálica (del tamaño de un filtro de cigarrillo), y aplicar sobre él con fuerza progresiva y en aumento, otra para provocar un rozamiento ente ambas brutal. Sin ningún tipo de lubricante, el rozamiento era brutal, con un sonido además insoportable. Lubricadas ambas piezas, se minimizaron ambas cosas, pero cuando se aplicaba Metal Lube, las piezas nos solo dejaban de oírse sino que además, no aparecía la mas mínima señal de rozamiento. Todo delante nuestro y sin truco. El producto funciona.
ABSOLUTAMENTE REAL.
En las instalaciones donde el equipo hace los mantenimientos habituales del vehículo de competición, nos esperaba nuestro “conejillo de indias”, un Nissan Juke seminuevo, absolutamente de serie. Hasta ahora, en los años que llevamos haciendo todo tipo de pruebas de vehículos, bien sea de calle, preparados o de competición, hemos gozado de la confianza de nuestros lectores, a los que podemos garantizar que siempre hemos trasmitido nuestras sensaciones y vivencias reales. Pero en esta ocasión la confianza debe mantenerse por muy increíble que pueda parecer lo que vivimos. Es una lástima que un reportaje en papel no permita trasmitir la realidad como lo hace vivir la situación de forma presencial. Lo que vamos a relatar a continuación fue real ante nuestra presencia en todo momento, por difícil de creer que parezca.
Paso1: Se tuvo en marcha un vehículo seminuevo hasta conseguir la temperatura óptima de funcionamiento.
Paso 2: Con el vehículo detenido, se vertió por el tapón del aceite un bote del producto volviéndolo a poner en marcha y haciendo que volviera a alcanzar su temperatura optima de funcionamiento.
Paso 3: Se elevo el vehículo y se vació retirando el tapón del carter el bloque motor dejándolo sin lubricación.
Paso 4: El aceite retirado se guarde en un recipiente para reponerlo una vez concluida la prueba.
Paso 5: Momento crítico, María Ángeles Fernández, copiloto del equipo de competición de la marca, pone el vehículo en marcha… ¡Y arranco! El sonido impecable, y todo con un funcionamiento aparentemente normal.
Paso 6: Con tono jocoso se nos hace saber que el aceite sigue en el coche, aunque esta vez en el maletero.
Paso 7: José Augusto González, piloto del equipo antes citado, nos tranquiliza haciéndonos saber que nos acompañara en el recorrido.
Paso 8: Las únicas quejas de el coche, el testigo rojo de falta de aceite, y el naranja de falta de presión
Paso 9: Una vez realizado el recorrido, el aceite dejo su ubicación provisional en el maletero, para pasar a su espacio natural en el bloque motor, y aquí no ha pasado nada.
Paso 10: El coche acabo listo para seguir siendo usado sin problemas, aunque Manuel nos puntualiza, “Mejor, lleva un bote de Metal Lube dentro”,
Llevamos a cabo un recorrido por asfalto y pista por diversos caminos de la zona. El vehículo no perdió prestaciones en ningún momento. Se le arranco y paro varias veces y alcanzo velocidades normales sin el más mínimo problema. Desde Metal Lube, se nos informa de que se han realizado en estas condiciones recorridos de más de 100 kilómetros con vehículos usados y con kilometraje acumulado, garantizándonos que en un seminuevo como este la cifra se doblaría.