Por segundo año consecutivo se ha puesto en marcha esta actividad, que tenía como objetivo principal la consecución de fondos para el banco de alimentos provincia para el que se consiguieron cerca de 1.000 euros. Con el número de inscritos limitado a sesenta, la cifra de vehículos que formalizaron su asistencia supero por poco esa cifra, siendo finalmente admitidos todos a participar.
El sábado con un día primaveral, el polideportivo se fue llenando de todo terrenos, de todo tipo y condición desde últimos modelos de fabricantes japoneses como Toyota, Mitsubishi y Nissan hasta veteranísimos Santana, pasando por pequeños Suzukis y enormes Mercedes.
Tras las verificaciones administrativas pertinentes, se dio el breafing general y se degusto un potaje cordobés para bordar las actividades con fuerza. Estas arrancaban con el desplazamiento de los participantes a la explanada que habitualmente dispone el Ayuntamiento para que se elabore un circuito de habilidad que fue abordado por la cuarta parte de los participantes, con mayor o menor fortuna.
Cabe destacar la presencia de varios pilotos de los extintos certámenes de trial y extremo, que demostraron con sus coches de uso diario que no se les ha olvidado el rodar por zonas abruptas. Antonio Sevillano y Rafael Trucios entre otros hicieron las delicias de los asistentes con recorridos impecables que contrastaron con la valentía y el arrojo necesario por otros para llevarlo a cabo.
Con el ocaso, de vuelta al polideportivo para tomar la salida hacia una ruta nocturna de cerca de 100 kilómetros que despistó a más de uno en el comienzo, pero que dejo satisfechos a todos los participantes que abordaron a la vuelta una generosa sartén de costillas con patatas, quedando en animada charla hasta bien entrada la noche comentando lo vivido durante la jornada.
El domingo, dos opciones, ruta de casi ochenta kilómetros diferente a la nocturna o volver al circuito a probar las habilidades de cada uno. Día brumoso pero agradable y buena participación en ambas actividades, que desembocaron en una entrega de premios y posterior sorteo de regalos, acabando por dar cuenta de una buena paella antes de volver a sus poblaciones de origen.
Es de agradecer el esfuerzo de Emiliano Jiménez, alma mater del evento y la colaboración del Ayuntamiento de La Carlota, con su Alcalde D. Antonio Granados y sobre todo el Concejal de Cultura y Deportes D. Alfonso Álvarez que hizo de todo desde dar la salida, hasta colaborar en la cocina pasando por entregar premios y departir con los asistentes en todo momento.
