Texto y fotos: Robb Pritchard.
La distancia es de 1.800 kilómetros entre Murmansk y Veliky Novgorod sobre una gruesa capa de hielo que oculta traicioneros agujeros,
no era suficiente en sus propios equipos también tuvieron que encontrar puntos de paso puntuables dispersos a lo largo de la ruta. Cada uno tenía un valor de 15 puntos, y todos eran valiosos. Un límite de tiempo loco de 50 horas máximo era tan estricto que los equipos tenían que elegir muy bien su estrategia. El mayor reto consistía en desviarse hacia el sur hasta Kazakshtan y buscar un satélite que se estrelló tiempo atrás en los páramos nevados, alcanzar ese punto permitía obtener mejor clasificación.
La siguiente tarea para los equipos sobre la próxima etapa de 2200 kilómetros no parecía mucho más fácil. Algunos de los puntos que los organizadores habían puesto en los bosques del norte eran bastante difíciles de conseguir, pero esta vez se había puesto a las personas con sellos en los trenes… sí, ¡Se movían los puntos de control! Y todos los equipos tuvieron que ir con un tiempo limitado antes de dirigirse a Ekaterinburg. Tenemos un camino tan cerrado que confundían a los sistemas GPS lo suficiente para que nos dirigiéramos a través de la noche atravesando pueblos y carreteras que no había sido usadas desde hace un largo tiempo. Las tensiones aumentaron en proporción con el nuevo vocabulario ruso que aprendí… aunque es divertido saber que la palabra crepe es una !maldición
Hay un CD-ROM interactivo en Rusia llamado «Cómo conducir» que da instrucciones sobre cómo se debe mover uno en el tráfico diario. En el resto del mundo se llama Grand Theft Auto 4! Progresar fue muy lento, tuvimos que abrirnos paso aprovechando las rodadas de los camiones con ruedas wonky, esquivando de paso a los conductores kamikazes de Ladas, que gustan de ocupar lado equivocado de la carretera dejando un triste rastro través de los restos de los últimos accidentes. Luego vino una tormenta que escondía el camino a seguir y nos arrastró a lo largo de la carretera indistinguible entre los campos y el cielo. Era imposible adelantar ya que la visibilidad se redujo a sólo unos metros … y no ayudaban los limpiaparabrisas que congelados apenas raspan unas pocas líneas inútiles a través del cristal. Desde mi punto de vista, parecía que los rusos no podían seguir así. Cuatro días de conducción constante, parando sólo para dormir a trancas y barrancas en el asiento trasero antes de ser despertado de nuevo para tomar el volante y seguir conduciendo el 4×4 …
Por último, tras más de dos días completos desde que habíamos dejado Veliky Novgorod, nos metimos en Ekaterinburg y con gratitud nos registramos en un hotel … pero sólo por unas horas dolorosamente breves para una sesión informativa de equipo y las instrucciones para la siguiente etapa … Nadie hizo muy bien lo de conseguir los sellos de los trenes, el mejor equipo tiene 4 sellos de un máximo de 19 posibles. La etapa siguiente nos llevara hasta un camping cerca de la ciudad de Tomsk, un lugar que de acuerdo a Wiki pedía es famoso por su composición química y petrolera. Sólo 1.800 kilómetros de distancia y tenemos dos días para llegar allí …