Más de tres décadas ya celebradas, de la mítica carrera portuguesa, que sigue gozando de un éxito descomunal en cuanto a público y de un gran nivel deportivo pese a que el titulo estaba decidido y hubo ausencias significativas entre los inscritos respecto de los habituales del Mundial. La carrera fue muy severa con los participantes ya que del más de medio centenar de inscritos que tomaron la salida, tan solo veintidós consiguieron cruzar la meta tras casi quinientos kilómetros contra el crono. Ricardo Porem-Hugo Magalhaes, consiguieron una clara victoria, ratificando así su titulo en el certamen luso y en el Trofeo Ibérico.
El segundo puesto fue para uno de los Minis oficiales en manos de los brasileños Spinelli-Haddad, sin estar en condiciones de atacar nunca a los líderes.
Cerró el podio otro Mini de X-Raid el del chileno Garafullic copilotado por el local Palmeiro.
A poco más de tres minutos, se clasificaban los primeros de los nuestros, Luis Recuenco-Manuel Navarro, volcaron su Toyota Hilux ligeramente en la prologo lo que les descolocó el primer día de carrera pero el segundo con mas kilómetros contra el crono, estuvieron impecables escapándoseles el podio por los pelos.
Fernando Alvarez, fue sexto en meta con su Volkswagen, perjudicado por rivales que se resistieron mas de lo deseado a ser adelantados.
Shanti Guiridi-Elixabette Otegui, se clasificaron decimosextos absolutos tras una actuación muy regular con su Mitsubishi L-200, solo retrasados por rivales que no se dejaban adelantar, resultado inmejorable para los medios del equipo.
Peor le fue a Josep-Solé-Laura Díaz, quienes sufrieron una leve salida a poco de comenzar la carrera golpeando con un talud, resultando el piloto con una rotura del radio del brazo izquierdo abandonando.
David Camacho-Álvaro Ortega, se retiraron el segundo día de competición al sufrir una pérdida de potencia en el motor de su SsangYong cuando se disponían a superar una fuerte trialera.
En la categoría de buggies ligeros con nada menos que un centenar de inscritos, el mejor de los nuestros fue el Yamaha de Roberto Viñaras, que corre sin copiloto, al que le hizo perder mucho tiempo Peterhansel al no dejarse adelantar siendo en meta decimotercero.
Con otro Yamaha se clasificó José Luis Garcia-Xevi Moreno en el puesto décimo octavo, mezclados con los mejores locales.
Trigésimo terceros, tras diversos problemas y con idéntica montura entraron en meta Santi Navarro-Pedro López, haciendo kilómetros juntos cara al Dakar americano 2018.
Un Yamaha más de los nuestros en meta fue el de Miguel Prat-Sergio Lafuente, quienes consiguieron auparse hasta el puesto trigésimo noveno.
Quincuagésimo cuartos se clasificaron Miguel Ardid-Sergio Cerezo consiguiendo el objetivo planteado de acabar la prueba con su Polaris.
Teo Viñaras-José Ocaña (Polaris), debieron retirarse a poco del final de la carrera.