La frase es del aventurero polar Ernst Shackelton, y viene al pelo para definir la actuación de los españoles que quedan en carrera en el día de hoy. Sainz-Cruz, han sido cuartos con su Peugeot perdiendo un cuarto de hora respecto del líder del día, pero manteniendo aun minutos desde su primer puesto por administrar y sufriendo por una sanción sobre una hipotética acción antideportiva a todas luces figurada.
Esteve-Pujol, han entrado entre los treinta primeros y se mantienen en el vigésimo segundo puesto de la general con su Sodicars.
El SsangYong oficial en manos de Fuertes-Vallejo, esta retrasado e intentando llegar al campamento para seguir en carrera.
Mismo caso que el Mitsubishi de Gutíerrez-Moiset, que ruedan con una avería en el turbo y tienen en reparar sin exceder el tiempo máximo como objetivo.
Bien el Polaris de Peña-Tornabell, terceros del día, escalando puestos en la general de la que son cuartos.