Las pick up siguen siendo un reducto de todo terrenos puros en el abanico de la oferta de vehículos con capacidad de circular fuera del asfalto. En Fiat, dan mucha importancia a su gama de industriales en la que se incluye este modelo, que complementa varias referencias de furgonetas 4×4. Es consecuencia de una “joint venture” del fabricante italiano con los japoneses de Mitsubishi que comercializan su hermana gemela, la L-200. Hemos conocido de cerca hace unos días la versión transalpina del modelo.
Recogimos la unidad con 18314 kilómetros en un elegante gris metalizado color exclusivo de la terminación Cross la más alta de gama y serie limitada. Exteriormente aparte de un aire en el frontal que recuerda al Tipo berlina de la marca, destacan unas atractivas llantas de aleación y los pasos de rueda, junto con unas barras en la zona de carga de bonito diseño. Todo ello complementos incluidos en el citado acabado. Realmente da a entender que no estamos precisamente junto a un vehículo de trabajo.
Esta sensación aumenta cuando nos subimos a bordo, ya que directamente nos trasladamos a una genuina berlina, con una posición de conducción cómoda, unos asientos de cuero con un tacto agradable (eléctrico el del conductor y calefactables los delanteros) y toda la instrumentación clara y muy a mano.
El climatizador y unas plazas traseras con el respaldo menos inclinado de lo que es habitual en este tipo de vehículos completan la sensación de interior de calidad. Esta serie limitada solo se comercializa con la caja de cuatro puertas, pero también existe el Fullback en cabina sencilla y extendida o “King Cab”, siendo esta ultima la mejor si queremos darle un uso camper al modelo instalando una célula vivienda.
El compartimento de carga se muestra suficiente, con casi metro y medio de profundidad, más de uno de anchura y casi medio de alto. El acabado Cross lleva incorporadas unas prácticas protecciones de plástico muy prácticas para no dañar la caja con los objetos que carguemos. Es un vehículo de buen tamaño, más de cinco metros que merece atención a la hora de maniobrar en el tráfico urbano sobre todo en los giros. Una vez en carretera, es una delicia ya que conducimos con la altura de un 4×4 de los de verdad y tiene muy buen andar.
El motor 2.4 anuncia 181 caballos y se notan, empuja en cualquier circunstancia. Según el fabricante puede cargar con una tonelada de peso y arrastras más de tres y desde luego nos creemos esas cifras ya que por motor no nos podremos quejar. En vías rápidas y recorridos de montaña, no notaremos que vamos en un vehículo de estas características, es cómodo fácil de conducir y sin excesivo nerviosismo en el tren trasero.
EN EL MONTE, SIN SORPRESAS.
En pistas de buen piso, se puede rodar a buen ritmo sin problemas. Si el camino esta accidentado, el tren trasero nos trasmite las irregularidades ya que el tarado de suspensión es algo blando y aparecen los lógicos rebotes en el tren trasero, sobre todo al rodar como lo hicimos, de vacío. No obstante se muestra más confortable de lo que podría parecer en estas circunstancias, siendo además la inserción de la tracción total fácil y rápida.
Al complicarse el terreno, el Fullback saca todo su potencial. La reductora, trabaja perfectamente, pudiéndose rodar a muy baja velocidad. El bloqueo central ayuda sobre todo si la cosa se complica o vamos muy cargados y el trasero es una ayuda más a tener en cuenta. Los buenos recorridos de suspensión permiten retorcerse al Fullback cuando fuera necesario
En contra tenemos el dibujo del neumático, totalmente de asfalto en medida 245/65 R 17, que pide a gritos un cambio por uno más técnico y en una medida mas, 255/ 65 lo que nos hará ganar más de un centímetro de altura libre y lo que es mejor tener mejor tracción.
Otro problema son leas estriberas, bonitas y bien integradas, pero que restan altura libre en el peor ángulo característico que tiene el coche, el ventral ya que el de ataque y salida son más que correctos.
Presencia de rueda de repuesto como es debido y unas mínimas protecciones de bajos, son otros argumentos tranquilizadores a la hora de circular fuera del asfalto. En malas condiciones de terreno el vehiculo se mostró capaz y con potencia para salir airoso de situaciones delicadas gracias a los 430 Nw/metro de par del motor.
Devolvimos el Fullback con 18888 kilómetros justos, exactamente 574 después de haberlo recogido. Nuestro consumo medio, circulando siempre con un máximo de dos personas y sin carga alcanzó unos razonables 8,9 litros teniendo en cuanta que no fuimos a ahorrar en ningún momento. El precio de la unidad probada, la de mayor precio del modelo, supera los 36000 euros para uso particular, pero tenemos una Fullback para profesionales con precios mucho más bajos. El Fullback es uno más de de la resistencia de todo terrenos de verdad que quedan en los catálogos de los fabricantes.
LA OPINIÓN DE JAVIER VEGA CHOZAS*
“TIENE LO QUE DEBE TENER UN 4X4”
Aprovechando nuestra visita a la expo 4×4 pudimos como es habitual pedir una segunda opinión. Javier Vega no tuvo el más mínimo reparo en subirse al Fullback y darnos su opinión. Primero rodamos por pistas de la zona hasta que se acostumbró al tacto de la pick up. Posteriormente abordó varios de los pasos del circuito de Ocaña, buscando los límites del modelo y sobre todo su capacidad de tracción.
“Me gustan este tipo de vehículos, son realmente el nicho de mercado de los todo terreno de toda la vida, seré antiguo pero el chasis macizo y la caja con reductora me parecen elementos básicos a la hora de circular fuera del asfalto. Este Fullback me parece un inmejorable ejemplo. Es como cualquier modelo de coche convencional con buenos estándares de calidad a bordo, pero luego ha pasado bien los obstáculos, siendo tan solo un problema las estriberas, que dan si abordamos crestas. Con todas las ayudas a la conducción activadas, tan solo me ha parecido un poco complicado el uso del bloqueo trasero pero en cuanto lo he instalado y desinstalado un par de veces, me he hecho con el tema, y desde luego es de gran ayuda y perfecto complemento del central. Me ha gustado también el hecho de que por mucho que lo he forzado, no se oye el mas mínimo ruido estructural. Se siente uno satisfecho a bordo de este Fiat, tiene lo que debe de tener un 4×4”.
*Javier Vega es gerente de The Adventure Factory empresa que fabrica y comercializa ropa y complementos para personas que gustan de la vida y actividades al aire libre y los viajes de aventura. Usa todo terreno a diario y tiene en su haber muchos kilómetros de monte, en varios continentes destacando su participación hace unos años en el Mongol Rally.