No somos de repetir pruebas de vehículos, pero pese a que hace tan solo un par de años que bajamos con otra unidad de prensa a la misma misión, cubrir el Clásicos del Atlas Invernal en Marruecos no hemos podido resistirnos a volver a rodar con el modelo, en la versión 2018 que es la que el cliente final encontrará en los concesionarios.
Las cifras previas de la Hilux siguen mareando. Medio siglo en el mercado, camino de los veinte millones de unidades vendidas, comercializada en más de 150 países y líder en nuestro mercado desde la última década. La medida de mediados del pasado año, que permitía a este tipo de vehículos rodar por carretera a las velocidades legales de cualquier turismo y no las de un vehículo industrial ha terminado por convencer a muchos usuarios, a la hora de la compra de su vehículo 4×4.
El modelo era un acabado VLX de motor 2.4 D-4D con cambio manual. Si el aspecto del mismo es de por si atractivo, manteniendo y mejorando en esta versión la imagen de robustez y capacidad inherentes al modelo, nuestra unidad de pruebas, destacaba por la tapa de la caja de carga, que armoniza perfectamente con el conjunto de la carrocería.
Esta tenía aparte de la apertura trasera habitual en dos fases, la tapa del cofre y la propia del compartimento, dos ventanillas laterales de acceso de apertura con llave que permitían tener a mano lo cargado en la parte delantera, siempre mejor que intentarlo desde atrás.
Cabe recordar que la Hilux admite más de una tonelada de carga y tres y media de arrastre. Detalles cromados en la parrilla en los retrovisores y las estriberas y sobre todo un color azul completamente alejado de los que usan los vehículos industriales completaban el imponente aspecto del modelo. Al recogerla marcaba 5092 kilómetros.
A bordo la sensación de berlina de calidad es lo que nos llega, buenos materiales e impecable acabado, y pese a los más de cinco metros de longitud, las maniobras más complicadas son llevaderas gracias a los sensores de aparcamiento y a la cámara trasera. Una vez cogidas las medidas no habrá problema, eso sí, sin olvidar lo que tenemos entre manos por la generosa envergadura de esta Toyota.
Incorpora el sistema Safety Sense, que incluye aviso de cambio de carril, reconocimiento de señales de tráfico y pre colisión, nos hace sentirnos aun más en un coche convencional que en uno de teórica creación industrial. En carretera se muestra capaz, con un motor progresivo (la pérdida de potencia respecto de versiones más antiguas no es determinante), cambio fácil y suave de manejar, aunque notamos el pomo de la palanca más bajo (nos gustaba más la posición anterior).
Mantener ritmos en el umbral de lo multable, no son el mas mínimo problema, además que el paso de los kilómetros no se hace notar, ya que los asientos, recogen el cuerpo lo suficiente y sobre todo la altura y posición de la banqueta son perfectas para hacer muchos kilómetros. Otra cosa son las plazas traseras, que nosotros anulamos para ganar espacio de carga, ya que obligan a sentarse con las piernas muy dobladas y lo que es peor el mal endémico de este tipo de vehículos, el respaldo es muy vertical sin posibilidad de reglaje.
El climatizador, la insonorización y la multitud de huecos existentes hacen que la vida a bordo sea agradable y se respire el confort, sin olvidar una suspensión con sistema que evita los balanceos de la carrocería y que ha optimizado el comportamiento en apoyos y carreteras bacheadas. Destacar que aparte de las tomas convencionales de energía eléctrica cuenta en el cofre central de un enchufe capaz de alimentar cualquier aparato domestico, algo que nos sirvió para que los ordenadores que controlaban las clasificaciones, no se quedaran sin batería. Cargar recorridos o trabajar en medio del monte no será un problema.
EN EL MONTE, COMO MANDAN LOS CANONES.
Repasando los argumentos de la Hilux para rodar fuera del asfalto, encontramos que tenemos un vehículo con chasis macizo de largueros y travesaños, caja de cambios con reductora, bloqueo de diferencial trasero, asistente de arranque en pendiente sistema de control de descensos y protecciones metálicas de los bajos… Poco más se puede pedir.
Tan solo neumáticos son a tener en cuenta en lo que a mejoras se refiere ya que la Hilux monta de serie un modelo enfocado al asfalto en medida 265/60 en una preciosa llanta de aleación de 18 pulgadas. Existen neumáticos mixtos en esa medida pero puestos a sustituir seria digna de tener en cuenta la monta de unos 275/70, medida dentro de la tolerancia que deben de tener respecto de los de serie cara a la I.T.V. ya que ganaremos en balón y en altura libre (1,4 cm), si bien en este último aspecto vamos bien atendidos con 29,3 centímetros de serie.
El rodar por pista ha resultado agradable y sin rebotes, incluso con poca carga. Nos ha gustado mucho ese comportamiento pese a que mantiene las ballestas traseras. Si la cosa se complica, tenemos nuestro conjunto de ayudas, ideales para salir de situaciones complicadas, no olvidando eso si los ángulos característicos del modelo, sobre todo el ventral para no quedar empanzados.
El motor por muy parada que llegáramos a dejar a la Hilux, siempre estaba ahí y nos ayudara en todas las circunstancias. Se puede rodar en las lenguas de arena con una marcha larga después de haber accionado la reductora sin problemas, o en zonas embarradas con las mismas circunstancias. Tan solo se mostró perezosa la Hilux a la hora de desactivar tanto la tracción total y sobre todo la reductora y el bloqueo trasero.
CONSUMO. DE TODO UN POCO.
Devolvimos la Hilux con 9034 kilómetros, 3942 después de haberla recogido y hechos los números la horquilla de consumo que nos dio, va desde los poco ocho litros y medio rodando a ritmo constante por vía rápida hasta los 11,68 de rodar por carretera local con varios puertos de montaña. La media fue de 9,77 litros. Siempre rodamos muy cargados y con os personas a bordo. Del total del kilometraje el 25% aproximadamente fue fuera del asfalto. El odómetro nos dio un error por exceso del 4,7%.
VIVAN LAS “CANGREJAS”
Las “cangrejas”, como se conoce en competición al las pick ups tienen futuro, en un mercado en el que los todo terrenos de verdad, parecen llamados a desaparecer, son opciones de compra muy interesantes, para el ocio y…el negocio. Se pueden encontrar en acabados básicos, con precio contenido o muy equipadas para los que no se conforman con nada. Inmejorable para instalar una célula vivienda, aunque para este uso lo recomendable es la caja King Cab, que permite llevar carga a bordo pero no retrasa la célula en demasía. Esta Hilux es sistemáticamente la más vendida en el mundo y en España. Por algo será.
LA OPINIÓN DE RUBÉN SERRANO. *
“La Toyota Hilux es el coche ideal para la práctica del todo terreno porque principalmente es un coche fabricado para trabajar en las peores circunstancias , por lo que está diseñado para aguantar más que cualquier otro vehículo y a la vez es un coche polivalente, igual para ir a trabajar a la oficina que para ir de viaje al desierto. En el uso intensivo en el monte, el elemento a destacar, es que conserva la reductora con, elemento clave en la fiabilidad de un todo terreno y ya desaparecido en casi todos los modelos modernos, accionando esta obtenemos una buena reducción de velocidad y aumento de fuerza haciendo un coche imparable gracias a su ligereza, anchura y potencia, todo esto hace un vehículo capaz de superar casi cualquier obstáculo. En pista,
podemos elegir entre ir en tracción trasera, si no hay muchos obstáculos y queremos jugar un poco en las curvas o tracción cuatro si queremos afrontar obstáculos o circular a velocidades altas, para esto último es realmente perfecta, destacando su gran nobleza a altas velocidades debido a su gran distancia entre ejes y su anchura, aunque como pick up auténtica tiene sus ballestas en el eje trasero pero esto no es ningún impedimento puesto que están bien diseñadas y no hay demasiado rebote. En el asfalto, quitando la tracción cuatro y se convirtiéndose en un gran turismo, el motor de 150cv hace de la Hilux un coche realmente rápido y fácil de conducir tanto en puertos de montaña como en autopistas a altas velocidades. En resumidas cuentas, es cierto que no tiene las comodidades y lujos de un Land Cruiser (soy muy de Toyota), pero es el equilibrio perfecto entre un coche simple y fiable que te lleva a cualquier parte del mundo con total seguridad. En mi casa han estado todos los modelos de Land Cruiser vendidos en Europa y algunos Americanos y de hecho, tenemos actualmente cinco modelos… y tras hacer una gran criba a la hora de elegir mi coche me he decantado por el modelo todo terreno con más millones de unidades vendidas la Toyota Hilux. Todo el mundo no puede estar equivocado”.
*Rubén Serrano es un habitual del Nacional de Todo Terreno, todo lo habitual que le deja el hecho de poder reunir el presupuesto necesario para estar en las salidas de las carreras. Para no perder forma participa en todas las citas amateur que puede. Mientras realizábamos nuestro recorrido por el país alauí, coincidimos en la ciudad de Zagora, y es que Rubén estaba con su Hilux llevando a cabo un recorrido en solitario por la zona. Le pedimos su opinión, y no dudo en colaborar como siempre con nosotros.