Durante semanas, la casi treintena de personas que forman el equipo organizativo de la actividad, trabajo a conciencia para que todo estuviera dispuesto con la intención de que los más de 200 inscritos pudieran practicar su afición favorita.
Antonio Riquelme y su equipo, han conseguido poner en el calendario un “fijo” cada temporada, reuniendo no solo participantes de la zona, sino venidos de toda la península.
Importante el impacto económico el que deja Interforos en la zona, ya que en cuanto a alojamientos, había que irse a bastantes kilómetros para encontrar algo libre, por no hablar de las pernoctaciones llevadas a cabo en Talavera de la Reina con mayor capacidad hotelera.
Las zonas eran similares a las de ediciones anteriores, pero estaban aun más y mejor señalizadas, indicando incluso el sentido de paso para evitar atascos. Las pozas de barro, se llenaron más que nunca, y para mejorar las la finca lucia un aspecto impecable con el verde como protagonista.
Con todo preparado, tras semanas de anticiclón, el día amaneció lluvioso y frio, dejando el terreno perfecto para rodar, pero duro para los que desde fuera contemplaban las evoluciones, ya que el viento hacia que la lluvia se metiera en todos los rincones.
Dado el volumen de vehículos, se prepararon dos entradas al circuito de Segurilla para evitar aglomeraciones, algo que en la práctica fue muy efectivo, con un acceso en las horas punta ágil y sin colas.
En cuanto al parque de vehículos, es de agradecer que la afición en general mantiene sus modelos en impecable estado de revista, y lo que es mejor se agrupan de tal manera que les será fácil encontrar piezas y recambios, colaborando así al buen mantenimiento del parque.
Los niveles tenían una horquilla muy amplia, desde coches de estricta seria hasta prototipos de trial y extremo que eras quienes abordaban las zonas más complicadas para deleite de los espectadores.
Se preparo también para los más jóvenes un circuito para coches de radio control, algo que está en auge y que permite practicar todo terreno en familia, los padres con los grandes y los hijos con los modelos a escala.
Costó como siempre que se animaran los participantes, pero una vez en marcha, las zonas estuvieron siempre con coches, sumiendo el tono con el paso de la jornada, lo que hizo que alguno pecara de optimista en algunos pasos, lo que obligo a llevar a cabo más de un rescate.
Aparte de los de bienvenida, se sortearon multitud de regalos entre los asistentes, desde juegos de neumáticos hasta ropa, pasando por todo tipo de implementos y accesorios.
No se llego a la cifra de 300 coches pero se superaron los 280, cantidad sensacional para el día adverso climatológicamente hablando que se presento. La organización trabaja ya en la docena de ediciones, como siempre en los primeros meses del año.
