El modelo tras décadas en el mercado, había sufrido todo tipo de modificaciones, preparaciones y actualizaciones, y hace un tiempo, el fabricante decidió dar otra vuelta de tuerca, poniendo en el mercado una versión pick-up. Llegara a nuestro mercado a lo largo de este año, pero hemos tenido ya la ocasión de subirnos a una de las Gladiator.
En TMX, empresa dedicada a la preparación de todo terrenos, especialmente de la marca Jeep, no han podido esperar y han importado una, que tras meses en nuestro territorio hasta que ha podido ser homologada, rueda sin problemas por nuestras carreteras y caminos.
En su país de origen se comercializa con tres acabados. El mas equipado y capaz, el Rubicón, el Sahara y el Sport modelo de acceso que es el que ilustra estas páginas. El propulsor es un 3.6 de gasolina V6 que da 284 caballos, potencia más que suficiente para mover este Jeep.
La caja de carga está bien integrada en el conjunto del modelo y permite multitud de soluciones tanto de trabajo como de ocio. Dispone de dos luces “interiores” de generosa potencia.
Los asientos delanteros son como los de sus hermanos de gama, postura muy sentada y justa visibilidad por lo vertical del parabrisas.
Los traseros, circunstancia delicada en todas las pick-up, mantienen una inclinación aceptable, no teniendo un respaldo demasiado vertical.
Los bajos dejan ver los dos ejes rígidos y la enorme batalla del Gladiator, que penalizará el ángulo ventral a la hora de moverse por el monte.
Para homologar las luces posteriores, ha habido que hacer las luces traseras intermitentes, y poner una de marcha atrás y antiniebla siguiendo la normativa europea.
Como accesorios, este Jeep lleva unas llantas de Rubicón, con neumáticos de tacos 32×12,5 R 17.
En cuanto a iluminación han incorporado dos barras de led una sobre el capó y otra sobre el paragolpes delantero.