El certamen vivió su cuarta cita, el Island X en tierras europeas, sobre un terreno ondulado y bastante roto de la isla italiana. Si los coches nacieron con un problema de temperatura de las baterías y nunca fueron bien de suspensión, han comprobado en esta última carrera, que se desguazan literalmente si se les exige. De tener una autonomía digna (solo tienen para unos 20 kilómetros) tendrían difícil acabar carreras de una mínima distancia por pura fiabilidad. La victoria fue para los que menos problemas tuvieron Joan Kristoferson-Molly Taylor consiguiendo así su tercera victoria de la temporada.
El segundo lugar fue para Matías Ekström-Jutta Kleinshdmit, primer podio para el equipo de la temporada, llegando a meta sin la puerta izquierda que se abrió accidentalmente y se arrancó en un salto posterior.
El podio lo cerraron Kevin Hansen-Mikaela Kotulinsky, beneficiándose de los problemas de sus rivales.
Y es que los a la postre cuartos Kyle Le Duc-Sara Price, se dirigían hacia una clara victoria, cuando su dirección cedió, en una fase en la que pos asegurar el resultado rodaban de forma prudente.
Misma avería para los mas rápidos del fin de semana Sebastián Loeb-Cristina Gutiérrez, perdiendo así toda opción debiéndose conformar con ser quintos.
La mecánica traicionó también a Carlos Sainz-Laia Sanz, quienes comenzaron muy fuerte pero se vieron apeados en las semifinales.