Se reanudaba el certamen tras el parón veraniego, volviendo a tierras aragonesas con la población de Zuera como epicentro. Como siempre todo muy concentrado en cuanto a instalaciones propiamente dichas estando en el mismo espacio, verificaciones, oficina de carrera, parque de trabajo, repostaje, podio… En cuanto al recorrido, tras la prologo de diez kilómetros celebrada el viernes, se daba paso a una especial de ciento treinta que volvía a utilizar tras arduas negociaciones del organizador los terrenos de la zona militar de San Gregorio, donde ya hace más de un cuarto de siglo, la Baja Aragón tuvo prologo y especiales en algunas ediciones. El recorrido era variado pero complicado de navegar, con multitud de penalizaciones entre los participantes por no seguir estrictamente el trazado. Esta circunstancia se repitió en tramos posteriores junto con las de exceso de velocidad viéndose afectada buena parte de la caravana. Espectacular trazado al que solo falto la presencia de público, algo que para la ocasión se restringió, pero que se contempla para ediciones venideras. Posteriormente se llevaron a cabo dos pasadas a otro tramo de ciento veinte similar al de ediciones anteriores variado y rápido. Luis Recuenco-Sergio Peinado, cuajaron un implacable fin de semana, consiguiendo una importante victoria que les refuerza en la parte alta de la clasificación general del campeonato.
Los segundos clasificados fueron Daniel Alonso-Alejandro López, a bordo de su Ford Ranger, manteniendo con el resultado el liderato provisional.
El podio de los prototipos lo cerraron los portugueses Dinis-Damaso a bordo de un Mercedes.
Un lugar más atrás, llegaron a meta Toto Ramos-Daniel Mesa, intentando no perder su puesto destacado en la clasificación acumulada.
Pese a liderar la carrera durante los primeros compases, la pareja lusa Franco Monteiro, perdieron fuelle y acabaron como el quinto mejor prototipo.
Entre los vehículos todo terreno mejorados, se impusieron de nuevo José Augusto González-María Ángeles Hernández, a bordo de su Mitsubishi L-200. A continuación se clasificó otro Mitsubishi, el de Lecha-Lecha, ocupando el tercer puesto del cajón el Toyota de Sanz-González.
La categoría reservada a los coches de serie T-2, tuvo como ganadores al Mitsubishi Montero de Boldu-Giménez, resultado merecido tras una actuación regular. Segundos se clasificaron Plaza (Mónica)-Nadal con su Toyota Land Cruiser, precediendo a otro Toyota el de Dorsch-Martínez, a los que por una vez les falló la mecánica, acabaron retrasados.
En T-8, la victoria fue para la Nissan Navara de López-Viso, seguido del Toyota de Bravo-Verdugo subiendo al tercer escalón otro Toyota, el de los Martínez.
Open registro como primer clasificado al Dacia de Amorós-Fernández.
Encuadrado también en Open, un camión el Mercedes de Aguirregaviria-Salisi Perera participó, haciendo estos grandes vehículos parte de la carrera, consiguiendo acabar.
En regularidad, que tuvo la novedad de contar con tres camiones inscritos además de una decena de los habituales, se impuso el Toyota de Guerra-Ribas.
En Buggies SSV, se impuso el Yamaha de los hermanos Caamaño, que de paso ganaron la YXZ Cup que organiza su marca. Meura-Barangé, también con Yamaha fueron segundos quedando terceros Valero -Plaza (Marta).
La categoría de T-3 buggies normativa F.I.A. preparados, Tres Can Am coparon el podio, teniendo como ganadores a Navarro (Pau)-Metge, alcanzando además un brillantísimo segundo puesto absoluto, demostrando que pese a su juventud el piloto es toda una promesa de la especialidad. Otros de los jóvenes que prometen quedaron a continuación, terceros de la general, Grasa-Moya acabando por fin una carrera sin problemas mecánicos. Terceros y cuartos de la general se clasificaron los lituanos Steponavicius-Pavoras.
Centrándonos en los buggies F.I.A. de serie T-4 los mejores clasificados fueron Quralt-Brugué con Can Am, con el Yamaha de Prat-Lafuente a continuación. Vento-Ricci con otro Can Am cerraron el podio de la categoría