Ya tuvimos la ocasión de probar el CUPRA FORMENTOR de menos potencia. Nos quedamos con ganas de rodar con el “gordo”, y lo hemos podido llevar a cabo. Coches así, nos llenan de gozo, al ir en contra de la corriente mayoritaria de ser buenecitos en todo. Cupra, no solo ha conseguido hacerse mayor como marca, sino que es una referencia para todos aquellos que gusten diferenciarse de lo general y sobre todo quieran ambiente y sensaciones deportivas por encima de todo.
Exteriormente mantiene la personalidad no solo del modelo, sino de la marca. Líneas agresivas se mire por donde se mire. Esta versión se distingue entre otras cosas por el pequeño logo que va colocado en una de las esquinas de la carroceria. Lo del color es para gustos y nuestra unidad de pruebas estaba terminada en un gris satinado, (nos agrada menos aunque esté de moda, que un color llamativo de los de siempre).
El frontal es un anuncio claro de los que tenemos delante, con unas enormes entradas de aire, faros rasgados, luces suplementarias y detalles en color cobre que suponen un perfecto contraste, estamos ante un vehículo de aspecto más que deportivo.
Lateralmente, sin dejar de ser algo diferente se deja ver la estructura de un cinco puertas convencional que dejaría satisfecho por aspecto y accesibilidad a cualquier SUV.
Destacan eso sí, las preciosas llantas también en tono cobre que dejan a la vista las pinzas Brembo que muerden discos de 370 milímetros de diámetro. Los neumáticos, en medida 245/40 son también de carácter totalmente prestacional.
Precisamente este elemento es un toque de distinción respecto de muchos otros modelos de serie con prestaciones radicales. La parte trasera, mantiene el portón de cualquier familiar, los detalles deportivos en cobre, y lo aun más radical, cuatro salidas de escape.
El interior, es lo deseado por todo conductor que se precie de serlo. Asientos baquet, similares a los de competición, que envuelven y recogen, pero a la vez son cómodos y mullidos. El salpicadero es sencillo y claro, con detalles en el color cobre marca de la casa repartidos en puntos estratégicos. La pantalla central es enorme, algo que parece que también gusta al cliente final.
Buenos materiales y acabados y espacio generoso en las plazas traseras, somos deportivos, pero somos prácticos.
El maletero cubica 420 litros, también muy aprovechable, mejorando la capacidad de carga hasta los 1475 si abatimos los asientos traseros. La familia vuelve a salir triunfante en este aspecto. Compras, vacaciones y demás momentos donde necesitamos sitio para guardar cosas estarán convenientemente atendidos.
Comportamiento ejemplar. Da gusto moverse en este Cupra, en ciudad tenemos un vehículo de tamaño razonable, que se maneja con agilidad y que sirve para todo.
Lo bueno viene al abordar vías rápidas. Nos podemos convertir en pilotos por momentos, dadas las características que atesora el modelo.
En cuanto al motor, pocas pegas se le pueden poner. Potencia siempre lista y haciéndose notar los 310 caballos que tiene. El bastidor es sencillamente un ejemplo de nobleza, permite apoyos serios sin inmutarse y transmite confianza en cualquier circunstancia. Tenemos con este Cupra los tres mandamientos que debe tener todo deportivo que se precie. Anda, se tiene y frena. Si rodamos con todos los conmutadores deportivos puestos, no nos sentiremos a bordo de un turismo convencional. Las sensaciones son brutales a lo que acompaña el sonido de los escapes, que sin ser natural, nos hace notar allá por donde pasemos.
Dispone de un cambio DSG de siete velocidades, quince posibilidades de reglaje de suspensión y cinco modos de conducción, desde uno que mira por el consumo y el comportamiento progresivo hasta el “Cupra”, donde el VZ saca a relucir todo su potencial. También hay uno “off road”, penado para rodar por superficies deslizantes.
Cifras a tener en cuenta son, que alcanza los 100 km/hora en menos de cinco segundos, que alcanza una velocidad máxima de 250 y que el consumo, anuncia 10 litros de media, lo que no es descabellado para lo que nos ofrece. Por último el precio supera por poco los 50000 euros. Si nos gusta rodar rápido pero tenemos que contentar al resto de la familia con el espacio necesario, la versatilidad de las cinco puertas y el rodar amable, en el VZ tenemos nuestra mejor opción de compra, llegado el momento tendremos un coche que no desentonaría en un circuito y nos permitirá matar el gusano que llevamos dentro, que dejo de ser gusanillo hace tiempo.
En el monte, solo dejarse ver.
Limitado a pistas y caminos con muy buen piso, donde nuestra escasa altura libre no sea un problema y no haya piedra suelta, el Cupra no será el objetivo de os que quieran salir del asfalto. Otra cosa es el cliente final que gusta de la conducción deportiva y que resida o se mueva por zonas en las que el piso puede estar deslizante.
En ese terreno el VZ es el rey, ya que a su peso contenido (no llega a los 1700 kilogramos), y sus ayudas a la conducción, le convierten en un autentico tiro. Nuestra unidad de pruebas, tenía montado un juego de neumáticos de invierno, que por la climatología reinante en el momento de nuestra prueba no pudimos disfrutar, pero en carreteras nevadas, serán un buen compañero.