La marca pese a su imagen de poner en el mercado vehículos sencillos y asequibles, mantiene un producto ideal cara al cliente final que no quiere complicarse la vida. Diseños prácticos y con conocimiento de lo que necesita el conductor de nuestros tiempos, soluciones mecánicas acordes con la coyuntura tanto ecológica como de consumo y variedad en los acabados para contentar a la mayor horquilla posible de posibles compradores. Este Jogger cumple en todos los aspectos.
Exteriormente es una berlina con apariencia de SUV, de buen tamaño y capacidad de carga. Sus líneas quedan reforzadas con los aletines en los pasos de rueda y las barras de techo. La carrocería en cuña le da un aspecto más agresivo y dinámico.
La parte trasera muestra la buena boca de carga y el amplio cristal del portón que culmina con un discreto spoiler.
El último detalle son unas bonitas llantas de aleación que complementan los detalles en negro de la carrocería.
Para marcar diferencias, unos vinilos laterales que reproducen las líneas de cota de los mapas topográficos que se repiten en los alfombrines de goma interiores, completan este Dacia.
El interior es funcional y práctico, con materiales y acabados correctos. Muchos de las funciones mantienen interruptores en vez de ser digitales lo que es de agradecer. No hace falta más.
El motor es un hibrido de 140 caballos, que permite a base de frenada regenerativa y retención especifica a voluntad disfrutar de la etiqueta ECO. Se muestra capaz, aunque los probamos con dos ocupantes sin carga. Con pasajeros y peso podría quedarse corto.
En tráfico urbano, ningún problema, solo hay que tener en cuenta que movemos más de cuatro metros y medio de carrocería. En vías rápidas, nos encontramos con un coche digno en cuanto a su comportamiento, que dejaría satisfechos a la mayoría de usuarios, sobre todo a los que quieren conducir un modelo que les rinda, no les de problemas y sobre todo no supongan un gran desembolso. De hecho se puede adquirir desde menos de 25000 euros. Si queremos un coche amplio para que quepa toda la familia, con buen equipamiento, honesto en su día a día y con el mínimo desembolso
Pack Sleep y sus derivados
En aras a aprovechar el espacio interior del Jogger dándole un uso paralelo, desde el fabricante se ha hecho diseñar una estructura plegable que permite habilitar una cama en la parte trasera y un cajón-mesa que permite guardar objetos. Pero vayamos por partes.
Retirando la tercera fila de asientos (si es que lo hemos adquirido así), podremos instalar un kit de madera desplegable que de forma fácil y con una sola persona para llevar la maniobra a cabo, convierte el interior en una cama de 1,90×1, 20 metros y sesenta centímetros de distancia al techo.
La parte baja la conforma un cajón-mesa, que tiene una capacidad de 220 litros. El colchón queda recogido encima. Es perfecta para guardar objetos como nevera, ducha portátil vajilla equipaje o lo que necesitamos. El precio es de 1500 euros. Si necesitamos más espacio, se comercializan unos cofres de techo de 400 y 480 litros respectivamente diseñados para encajar perfectamente en las barras de techo.
Complementan la idea unos juegos de sabanas bajeras para proteger el propio colchón, algo imprescindible.
También muy necesarios son los paneles opacos a medida que puestos en todas las ventanas, garantizaran nuestra intimidad.
Como remate podemos instalar un avance-habitación que queda enganchado al portón abierto y multiplica sobradamente el espacio habitable una vez acampados. Viene recogida en una practica bolsa. En configuración de siete asientos en el Jogger contamos con 160 litros de capacidad, que asciende a 607 con cinco y si los abatimos podemos llegar a los 2000, lo que permite instalar tanto accesorios.
En el monte, de paseo.
Pese a su aspecto, no podemos salir del asfalto a lo loco. Su espacio natural son pistas y caminos en buen estado, algo que si contamos con nuestro equipo de camperización, nos permitirá llegar a espacios más recónditos de los que llegan la mayoría de los mortales.