Texto y fotos: Juan Antonio Muñoz.
Hace más de 30 años seguí con detenimiento una aventura automovilística que comenzaba en Italia y atravesaba África hasta llegar a Gaborone en Botswana. Varios vehículos todo terreno procedentes de diversos países, se juntaban para iniciar una ruta que les llevaría a cruzar el continente africano. Sólo tenían dos puntos de paso y control obligatorios, el resto de puntos y lugares de paso eran totalmente voluntarios. Cada uno elegía la ruta sabiendo que tenían que ser autosuficientes en todo. El ganador era el equipo que consiguiera llegar antes hasta Gaborone. Desiertos, sabanas y selvas, tenían que ser superados con los medios de aquella época y sin ninguna asistencia extra que les acompañase. Con esa filosofía de viaje en solitario, surgió la idea de la CUP 180 Cannonball to Dakar, un formato nuevo de CUP 180 que nada tenía que ver con las ya conocidas etapas de esta prueba en la que tanto hombres y máquinas llegaban al límite de sus posibilidades con coches convertidos en submarinos o Caterpillars. En esta ocasión se trataba de recorrer Marruecos, Mauritania y Senegal, pasando por varios puntos de paso obligatorios, puntos que mostraban lugares, escenarios y personajes que merecían la pena de ser visitados.
A diferencia de las primeras Cannonball, ahora nos apoyamos en la tecnología de seguimiento y comunicación para asegurar el control y localización de cada uno de los equipos inscritos en este periplo. Además, se garantizó la asistencia en fronteras y el acompañamiento en Mauritania de vehículos militares, para darnos el apoyo a lo largo de todo el recorrido por el desierto mauritano.Conseguir alcanzar cada uno de los puntos era una tarea que requería de buenas dotes de habilidad en la navegación y en la conducción. Las últimas lluvias habían convertido el acceso a algunos lugares en verdaderas trialeras que era mejor superar haciendo equipo con otros vehículos. El desierto de Mauritania no defraudó. Interminables extensiones de roca, grava y arena, creaban composiciones realmente mágicas. La navegación entre los mares de dunas y los cañones nos internaban en un mundo mágico que difícilmente se puede olvidar. Además, parece que los duendes del desierto propiciaron una camaradería entre los diferentes equipos que ha terminado por crear vínculos de amistad marcados casi a fuego.
Las playas de Senegal sirvieron de colofón a una aventura que ha conseguido recuperar parte de las sensaciones vividas por los antiguos exploradores africanos. África no defrauda y a aquellos que saben entender la idiosincrasia de la vida en el desierto, les regala con visiones y experiencias que marcan para el resto de la vida. Después de un periplo de unos 10.000 kilómetros y ya de regreso a casa, seguimos pensando en las arenas doradas y en su gente. La línea imaginaria formada por las miles de caravanas de dromedarios surcando las arenas del Sáhara, parece arrastrarnos de vuelta a ese mundo de fascinación. Razón por la cual ya estamos diseñando la nueva ruta del 2025 en la que nuevamente nos pondremos a prueba para descubrir el itinerario, actualmente en desuso, de aquellos comerciantes cargados de mercancías que trazaban sus pasos uniendo los pozos a lo largo de casi dos meses de recorrido.
En esta ocasión, la experiencia del 2024 nos ha llevado a modificar algunos aspectos para la edición de noviembre 2025. Ya no existirán puntos de paso obligatorios, sino más bien voluntarios y a los que merece la pena llegar por su interés. Los puntos de control (PC) en pocas ocasiones estarán ubicados en poblaciones. De ese modo, las pernoctaciones se realizarán acampando en medio del desierto. Tampoco existirá el factor competición. El solo hecho de participar en el evento es ya de por sí una auténtica competición personal en la que cada uno se pondrá a prueba consigo mismo. Previo a esta segunda edición, se organizará un prólogo de cinco días en territorio marroquí del 4 al 9 de mayo. Una manera de vivir la filosofía y mecánica de la Cup 180 Cannonball, de descubrir magníficos escenarios a través de las estribaciones del Alto Atlas, de las montañas volcánicas del Saghro y de las arenas del Sáhara, y de recuperar esos momentos de convivencia que tan importante fueron durante la primera edición de la Cannonball.
Clasificación por km recorridos: 1 Francisco Javier. 2 Amaro. 3 Santos Tapia. 4 Cisma Rubio. 5 Isabel y Consuelo. 6 Ernesto. 7 José Luis y María F. 8 Antonio Casado. 9 Sigilfredo y Roberta. 10 Salva y José María. Clasificación por punto de paso validados: 1 Amaro. 2 Cisma Rubio. 3 Sigilfredo y Roberta. 3 Salva y José María. 4 Francisco Javier. 5 Antonio Casado. 6 Santos Tapia. 7 Isabel y Consuelo. 8 José Luis y María F. 9 Ernesto. Mención especial por Km y puntos de paso. 1 Amaro. Espíritu Cup 180. José María Gómez.