En el aeropuerto despidiendo al equipo al completo, hemos podido hablar con el Bicampeón de España antes de partir al Dakar americano. Esto es lo que opina antes de partir.
Ya en marcha. ¿Veías que no llegaba el momento? Si, han sido meses de trabajo intenso tanto en la preparación del coche como en la de conseguir el presupuesto, con la complicación añadida de tener que defender el título. Parecía todo misión imposible pero finalmente se han conseguido todos los objetivos, revalidar el título y estar en Buenos Aires en la salida del Dakar.
Parece que el equipo nada en la abundancia por la imagen que trasmitís, pero, ¿es esa la realidad? No, ni mucho menos. El apoyo de Mitsubishi España es básico, hemos conseguido que la marca a través de su filial en nuestro país, sea un punto de apoyo muy importante, La compañía Coca Cola, está con nosotros desde hace ocho años y para esta temporada nos apoya a través de su marca Powerade, Promyges es otra compañía que ha aportado parte del presupuesto y el bar El Brillante, es un colaborador más del equipo. A última hora se incorporó BF Goodrich lo que nos ha permitido estar en esta carrera con ciertas garantías pero con un presupuesto muy contenido. Menos de lo que pueda parecer.
Sabiendo esto, ¿de haber tenido más presupuesto, que te hubiera gustado tener? Sin duda disponer de auto caravana. Es un lujo que solo los equipos oficiales tienen, es cómodo logísticamente hablando, ya que evitas desplazamientos y ganas en horas de descanso.
Volviendo a la carrera, ¿Cómo ves el recorrido? Pese a que se cayeron Chile y Perú como escenarios, con la perdida de etapas de arena que ello conlleva, creo que será complicado y difícil. Hay tres etapas a mucha altura, y el calor promete ser demoledor. Además se anuncian lluvias por lo que no creo que haya un kilómetro de trámite.
Por último, ¿cual es tu objetivo? Sin duda acabar la carrera. Nuestro coche es el que es, con muchas cosas de serie aunque la preparación llevada a cabo en ARC-Miracar, ha sido escrupulosa y seria no nos podemos permitir la más mínima alegría. Estar en la meta seria un extraordinario premio para todos