Por tercer año consecutivo se ponía en marcha esta feria, que desde su primera edición, tiene como objetivo reivindicar la zona centro como uno de los puntos con mas afición y practicantes en lo que a todo terreno se refiere. Las instalaciones del circuito permanente de Ocaña que gestiona Raid Aventura fueron una vez mas el escenario, que desgraciadamente y por la ausencia de lluvias de los últimos meses estuvieron mas secas y polvorientas de los deseado.
Una respecto años anteriores optimizada zona de expositores era la protagonista del fin de semana, con las mas de una treintena de empresas perfectamente colocadas como si se tratara de una gran plaza, lo que facilitaba la visita de los que acudieron a la Expo. Destacar que entre los presentes había hasta cuatro fabricantes oficialmente representados: Hyundai, Mitsubishi, Suzuki y Toyota. No solo con exposición estática de sus vehículos, sino con unidades demo para ser utilizadas y probadas por los asistentes.
Para ello la organización había dispuesto mas de media docena de circuitos de diferente dificultad, cada uno bautizado con un topo nimio marroquí, que estuvieron muy animados por el paso de toda clase de 4×4 desde humildes Santana hasta los mas completos últimos modelos. Destacar que cada vez son mas los modelos “rescatados”, por los puristas, fieles a los chasis macizos y las reductoras de accionamiento manual.
Como actividades paralelas, tuvieron lugar diversas charlas, cursos y lo que mas gusta al publico, los sorteos de regalos que dada la variedad de los expositores presentes, iban desde valiosos juegos de neumáticos hasta sorteos de ropa, accesorios o plazas en rutas y cursos. Parada de actividades cuando llegaba la hora de comer y ambiente distendido en la enorme carpa que alojaba el bar y sus correspondientes mesas donde reponer fuerzas.
En la trastienda, cerca de una veintena de personas que estuvieron varios días trabajando para que todo saliera bien, teniendo como cabezas visibles a dos verdaderos “venerables ancianos “ del 4×4 de nuestro país, Federico Grandas y Nacho Salvador, quienes se desvivieron para que todo el mundo se volviera para casa contento. A por la cuarta sin excusas.