La segunda cita del certamen transalpino, se celebró en un terreno muy encharcado y con los ríos crecidos, lo que complicó mucho el avance de los equipos participantes. Baste un dato, mas de una treintena tomaron la salida llegando menos de la mitad a la meta tras las cuatro cortas especiales llevadas a cabo de respectivamente 27, 16, 14 y 24 kilómetros cronometrados. La carrera tuvo como ganadores a la pareja Shiumarini-Salvatore a bordo de una Mitsubishi L-200 pasando a ser los líderes de la general acumulada.
Segundo lugar a poco más de dos minutos para el Suzuki Vitara de Bordonaro-Lovisa, ganadores del certamen en 2022 y 2023.
Con un vehículo similar, cerró el podio la pareja deportiva Ferroni-Forini, a casi diez minutos de los ganadores.
El primer buggie ligero en meta fue el Can Am de Butto-Marcón, quienes consiguieron además marcar mejor tiempo que los todo terreno convencionales