El fabricante alemán, con el renovado Granland, actualiza su gama de SUV. Traemos los tres modelos que se comercializan para el cliente final, disponibles en los concesionarios de la marca. En líneas generales mantienen un aire familiar, con la ultima línea de diseño de la casa, denominada por el fabricante “Vizor”, con un frontal casi idéntico que da sensación de anchura, faros led y toma falsa de aire en la parte superior, ya que las entradas están en la parte baja. Lateral con detalles de color o cromados y trasera también con rasgos horizontales, para dar sensación de anchura. La conectividad está garantizada, todos cuentan con pantallas centrales con posibilidad de conectar cualquier sistema de Smartphone. Es de agradecer que la climatización sigue dependiendo de botones convencionales y no están digitalizados en la pantalla. Los precios indicados son sin incluir promociones ni descuentos. Mokka. Es el más pequeño en espacio por muy poco y presenta una imagen más juvenil que la de sus hermanos de gama. Nuestra unidad, tenía multitud de detalles en rojo, lo que junto a la carrocería bicolor le da un toque muy personal. Rezuma deportividad también en el interior, con unos asientos envolventes y piezas en el color rojo del exterior además de paneles imitando a la fibra de carbono. Las plazas traseras son correctas para dos y justas para tres, pero cómodas en cualquier caso. El maletero es algo justo, 350 litros, pero se gana espacio abatiendo los asientos caso de tener que cargar bultos. Los motores pueden ser diesel 1.5 de 136 caballos o gasolina 1.2 turbo de 100 y 130, este último con la posibilidad de montar cambio automático, como nuestro coche de pruebas. Comportamiento agradable y ágil, invita a rodar ligero con unos tarados de suspensiones firmes. Es una opción muy válida dese 21000 euros. En colores claros y con las posibilidades de personalización tendremos un vehiculo diferente. Crossland. Casi gemelo al Mokka por tamaño, pero con un concepto más familiar empezando por su carrocería más de monovolumen que de SUV. Detalles en cromado, le dan un toque retro que gustara a más de uno. Exteriormente lo mas llamativo es la parte trasera que acaba casi en vertical, lo que permite ganar a los pasajeros de la segunda fila de asientos y al maletero. A bordo, se echan en falta asientos mas envolventes como los de sus hermanos y es desde luego el interior más sencillo de los tres. Por espacio estaremos como en un Mokka. Atrás se gana espacio al tener el techo mas alto, lo que también mejora la sensación para los pasajeros de la segunda fila. El maletero es de 410 litros, cifra que mejora abatiendo los asientos. Además el apoyabrazos central abatido deja hueco para objetos largos. Los motores son en gasolina un 1.2 con potencias de 110 y 130 caballos. En diésel es un 1.5 con 110 y 120 respectivamente. Para los que buscan un SUV sin problemas, que vale para todo. Buen comportamiento en cualquier circunstancia y la garantía habitual de fiabilidad de la marca alemana. Está disponible desde 20650 euros. Grandland. Es el hermano mayor y el que más polivalencia de uso tiene. Exterior con toque familiar destacando los faros led matriciales. Su sistema PHEV, hibrido enchufable, permite disfrutar de la etiqueta cero emisiones. Ahora bien, su motor térmico nos permitirá un uso como si de un coche convencional se tratara. Interior con asientos muy cómodos de carácter deportivo incluyendo incluso reglaje de banqueta. Espacio de sobra para dos y correcto para tres ocupantes en la tercera fila de asientos. Maletero de 510 litros que alcanza los 1650 con los asientos traseros abatidos. El PHEV, dispone de 120 menos al montar las baterías en la zona de la rueda de repuesto. También cuenta con los cables de carga convencional e industrial. El motor de nuestra prueba era el PHEV de 225 caballos existiendo uno más potente de 300. Se comercializa también con propulsores gasolina y diésel de 130 caballos. 25100 euros habrá que disponer como mínimo para hacerse con un Grandland. Tendremos un vehículo muy versátil, buen compañero de viajes e inmejorable amigo en los cascos urbanos donde no le detendrá nada. Opel tiene en este vehículo un arma impecable para llegar a un gran abanico de clientes finales. En el monte, alejándose de los caminos. La eliminación de la denominación “X”, deja entrever las intenciones de Opel para este tipo de vehículos. No existe la posibilidad de tracción total ni en opción. Una pena, ya que por peso y ángulos se podrían defender bien en terrenos resbaladizos y caminos no muy rotos. De tener que hacerlo con alguna frecuencia, es imprescindible adquirir el vehículo con rueda de repuesto, inexistente en ninguno de los modelos probados que solo contaban con el kit anti pinchazos. Si nuestras pretensiones camperas son mínimas, es una buena opción en cualquiera de los modelos.