Nada menos que el 911G denominado 953 que utilizo el fabricante alemán en el Dakar de 1984, edición de las legendarias con tres semanas de carrera y 14000 kilómetros de recorrido en África, nada que ver con los que se vive en nuestros tiempos.
Aparte de un coche de test que se uso para desarrollar los de carrera, se construyeron tres unidades, con el motor 3.2, suspensiones de 270 milímetros de recorrido y tracción total con un 69% en el eje trasero y un 31% en el delantero. Para garantizar la autonomía se instalaron depósitos de 120 litros bajo el capo y 150 tras los asientos.
El éxito refrendó la empresa, ya que el Porsche con el dorsal 176, con Rene Metge y Dominique Lemoyne a bordo se hizo con la victoria, el 177 con Jacky Ickx y Claude Brasseur a los mandos fue sexto tras tener problemas mecánicos y el 178, la asistencia rápida con Roland Kussmaul y Erich Lerner llego a Dakar en el puesto vigesimosexto.
En la actualidad el coche ganador que se mantiene en perfecto estado de revista, ha sido utilizado por el piloto alemán y embajador de la marca Walter Rörhl, para revivir como eran los vehículos de competición de hace casi cuatro décadas. Ha sido en los Alpes austriacos, concretamente en el lago helado de Zell Am See, donde piloto y maquina han demostrado estar en plena forma.