La feria pierde fuelle respecto de años anteriores.
Por seguridad, el Palacio de Cristal de la Casa de Campo esta temporalmente inutilizable, por lo que la organización tuvo que cambiar la ubicación habitual por uno de los pabellones de Ifema.
Esto debió influir, pero lo realmente duro es que no son precisamente tiempos para caprichos automovilísticos, y se ha notado menos público y movimiento respecto de anteriores ediciones.
En cuanto al 4×4 y todo terrenos en general, lo más destacado era la presencia de un Renault 4/4 que si bien no tenia tracción total, si se atrevió a participar en el Rally Mediterráneo-Ciudad del Cabo, nada menos que en 1.950. Vehículos americanos para restaurar, y todo terrenos que por año de fabricación estaban a la venta ya como clasicos al cumplir el cuarto de siglo desde su fabricación. Miniaturas, libros, carteles y demás objetos de coleccionismo hicieron las delicias de los más fetichistas.