FOTOS: Equipo imagen: Jaqueline Ricci Community Manager
Ya es la cuarta edición que los entusiastas del equipo de Motor Aventura han preparado para aquellos que desean aceptar el reto, el reto de nada más y nada menos que de emular las vivencias y desafíos de la conducción clásica del 4×4, de las imágenes que nos dejo el extinto y mítico Camel Trophy, donde coches que podíamos encontrar en un concesionario, con una preparación lógica sin alejarse de sus aptitudes asfálticas, lograban superar desafíos increíbles, áreas inhóspitas, lugares intransitables. Todo ello realizado con argucia, usando la experiencia, herramientas y en la mayoría de los casos el trabajo en equipo.
Así que una decena de equipos se presentaron en Masia Pelarda a las inscripciones el viernes por la tarde, tarde ya que hasta el sábado por la mañana no empezarían las pruebas. De buena mañana se enfrentaron al primer reto, Trophy Classic no quiere perder la esencia de la conducción 4×4, pero no renuncia al presente, por lo que la primera de las pruebas consistió en realizar un tramo largo, mas de 100 km guiados por los modernísimos ,( último modelo y recién presentados a nivel nacional en esta cita), Lowrance HDS Live, realizando la etapa Prologo de Africa Trophy ( prueba que se realiza en Marruecos pero que realiza una prologo en las instalaciones de Masia Pelarda), donde a través de un track y una serie de puntos de paso que se reflejan en un roadbook de papel que nos va dando las limitaciones de velocidad, los peligros y demás indicaciones con el objetivo de que los participantes completen sin errores la etapa. Pudieron comprobar lo sencillo de usar un moderno equipo intuitivo, multitáctil y rapidísimo con su nuevo procesador, y lo efectivo de exportar las rutas realizadas a una mini SD que permitió puntuar las acciones de todos los participantes.
La parte central del sábado se desarrolló en el corazón de los circuitos de Masia Pelarda, cuatro pruebas de máxima dificultad enfrentaron a los participantes, esta vez en equipos de tres vehículos. Las pruebas tenían diferentes temáticas ambientadas en lejanas ediciones de los Camel, pero que en resumen consistían en cuatro supuestos.
El primero, la Tirolina, una avenida ocasional de agua ha dividido la caravana, en uno de los lados necesitan imperativamente una rueda para continuar, hay que construir con imaginación y una silga del cabrestante una tirolina que pueda dar la rueda sana y recuperar la dañada para que cada equipo continúe su trayecto. Con la sola ayuda de unos postes. Los participantes con grilletes, eslingas, y mucha imaginación todos lograron llevar y traer las ruedas. El segundo, el Rescate, un vehículo averiado en la zona más compleja, donde la acción es imposible de otro modo que no sea arrastrado por el resto de compañeros. La organización dejo un viejo Land Rover para que cada grupo de participantes superara una zona de enorme dificultad, con agua, barro y una zona con hielo de más de 20 cm de grosor.
El tercero el Desfiladero. El camino empeora, debieron buscar una salida, con una subida imposible donde el tractel era fundamental, y que además a los primeros les obligo a hacer una poda de limpieza en los arboles y maleza, para abrir camino, como abriéndose paso en una selva. Por último el Reverse. Lo que nunca queremos que ocurra, tras un largo recorrido el camino se hace imposible, sin posibilidad de dar la vuelta a los vehículos un tramo por una zona muy compleja pone a prueba a los conductores con la ayuda del resto de equipo en varias zonas.
La noche cae, y toca navegar por los métodos tradicionales, un Roadbook de papel, de toda la vida, 70 km en la noche pusieron a prueba la calidad de los navegantes, con trampas como un árbol caido que escondia un cruce, los participantes registraron su recorrido en los modernos Lowrance HDS live para analizar las equivocaciones, y para asegurar que todo el mundo llegaba a la cena. Cuando parecía que la actividad acababa, los circuitos de Masia Pelarda, en caravana de todos los participantes permitieron ver a todos en enormes pozas de agua y barro, charcos helados, subidas imposibles , y alargar la noche hasta una hora prudencial que permitiera el descanso justo para el domingo.
El Domingo es la prueba final, con un nuevo supuesto, la caravana ha sido aislada por las lluvias, y hay que buscar una salida segura, un cauce seco, una salida en lateral y la construcción de un puente con troncos que casualmente hay en esta zona será el trabajo de todos los equipos, todo un espectáculo verlos organizarse, repartirse, usar equipamiento y herramientas en equipo, para que los vehículos completaran el recorrido. Un desafío completado con nota, la mayor parte de participantes de Trophyclassic son repetidores, por lo que cada año vienen mas equipados, y más preparados para superar esta prueba.
EL ganador absoluto de trophy Classic lo eligen los participantes con sus votos. Tras el escrutinio, “Mi Caldero” el veterano Land Cruiser tripulado por Javier Nuñez y Carlos Dias, se llevo dos grandes premios aportados por Sahara4x4. El segundo ganador al espíritu “trophyClassic” otorgado por el equipo de monitores de Motor Aventura, se lo llevaron los integrantes del equipo “ Despeñaperros Rally Raid” tripulados por Emilio Jose Piote y Victor Casado Roman con su veterano Jeep Grand Cherokee, Finalmente el tercer equipo de nuevo por votación de participantes, fue el equipo de “Maxi” Tripulado por Maxi Alonso y Enrique Ritcher. Todo un éxito de vivencias y de retos superados para organización y participantes al que se ponía broche final con una animada foto de grupo.