Los Guridi padre e hija se han hecho con la victoria en la carrera conquense, tras llevar a cabo un fin de semana muy completo en el que creyeron en la victoria en todo momento y pelearon sin descanso por ella, pese a algún despiste y un inoportuno pinchazo. El resultado es más que merecido.
Es ya la cuarta edición de la prueba, y para esta ocasión, se han mantenido los estándares de calidad de años anteriores, pudiendo presumir además de que siguen siendo lideres en lo que asistencia de público se refiere de todas las competiciones de todo terreno que se celebran en nuestro país. Para la ocasión, tras las verificaciones del viernes, el sábado se llevo a cabo una prologo de siete kilómetros, para dar paso posteriormente a una especial de más 240 kilómetros, que se repetía en la mañana del domingo totalizando así 500 contra el crono. El terreno estaba perfecto para correr, ya que las lluvias de días anteriores habían dejado el barro justo y permitieron que no hubiera polvo. Tan solo hubo que lamentar la ausencia del pluricampeón Antonio Albacete, que debería haber disputado la carrera con la Hilux que habitualmente utiliza Luis Recuenco, pero no estuvo a tiempo tras la carrera de la semana pasada en Portalegre. Este tras hacer el mejor tiempo en la prologo, se retiro en los primeros compases de la carrera al arrancar una rueda trasera.
El segundo equipo en meta era otra cangreja, esta vez la Isuzu de Luciano Cueva-Marino Zulet, quienes hicieron lo posible por hacerse con el triunfo, cediendo por menos de un minuto.
El podio lo cerró el primer equipo local, el Mitsubishi de Javier Espada-Jesús Cervera, también retrasado por los pinchazos y algún despiste en un cruce.
Cuarto fue el Bowler de Darío García-Enrique Salmerón, muy regulares todo el fin de semana, pero perdiendo tiempo al quedarse sin agua en el depósito de los limpias y tener que parar a dejar los cristales limpios a mano en más de una ocasión.
Quinto fue otro Mitsubishi Montero, el de Miguel Ángel Domingo-Santiago Juarranz, quienes perdieron muchísimo tiempo al pinchar y tener el gato averiado.
Un lugar más atrás, quedaron los hijos de Recuenco, Jesus y Cristina, (esta última debutante), exprimiendo su Suzuki Jimny sin compasión, retrasados el primer día por pinchar hasta tres veces, entrando en meta poco menos que arrastras.
En regularidad, los mejores fueron Rubén Ávila-Juan Amaya a bordo de un Nissan Patrol, muy destacados respecto de sus rivales