En los tiempos que corren, el fabricante coreano, no solo mantiene acabados con tracción total en sus modelos, sino que pone en el mercado uno enteramente nuevo que aparte de una imagen indiscutiblemente campera, ofrece buenos ángulos característicos, tracción 4×4 y bloqueo de diferencial central.
Exteriormente, tiene detalle que recuerdan a otros modelos de los que han triunfado en el sector, destacando las líneas cuadradas, la parrilla delantera con tomas de aire verticales e incluso cubierta de rueda de repuesto simulada y anillas de sujeción de carga sobre el capo delantero.
Lateralmente, también da imagen de malote y robusto con un tamaño generoso que supera los cuatro metros de longitud. Desde esta vista quedan patentes los veinte centímetros de altura libre y los buenos ángulos para superar obstáculos.
Cuenta con un propulsor 1.5 que da 173 caballos y se puede elegir con tracción a un eje o total y caja de cambios de seis velocidades manual o automática. Los acabados 4×4 cuentan con bloqueo de diferencial central que funciona a velocidades inferiores a los 40 kilómetros hora. Existe la posibilidad de incorporar combustión por GLP y la versión 100% eléctrica, llegará a primeros de año.
El interior está bien concebido y cuenta con un buen aprovechamiento de las generosas medidas exteriores. Tres pantallas digitales son protagonistas del salpicadero junto con los numerosos huecos porta objetos.
Las plazas traseras, no le van a la zaga y el espacio para las piernas es considerable incluso con tres ocupantes.
En cuanto al maletero, cubica 839 litros con las dos filas de asientos en su posición original, pudiendo alcanzar los 1672 con la segunda abatida.
Se comercializa en siete colores y tres niveles de equipamiento con un precio de acceso de 31000 euros en el que se cuenta ya con un completísimo equipamiento, alcanzando los 45000 en las versiones más asequibles con tracción total.