El certamen Mundial, acaba en tierras saudíes, y ha servido para coronar de nuevo a Nasser Al Attiyah-Mathieu Baumel. Su victoria en la carrera, refrenda un titulo más que merecido. Han participado con su Hilux T-1 habitual, de la que se despiden para estrenar en unos días la “+”, con la que harán el Dakar 2022. Han ganado casi todas las etapas, siendo tan rápidos como es habitual. La carrera con cuatro etapas, tenía en total algo menos de mil kilómetros con arena y dunas como principal terreno a recorrer.
Su principal rival, aunque en clasificación aparte, por no estar permitidos los T-1+hasta el 1 de enero ha sido la Ford de Martin Prokop-Viktor Cytka, la que más se acercó a los tiempos de los ganadores. Por tiempo hubieran sido segundos absolutos.
Buen rendimiento de los buggies 4×2 de Mini. Krotov-Zhiltsov, han ocupado el segundo escalón del podio, sin poder inquietar nunca a los ganadores.
A continuación, en el tercer escalón con otro buggie de Mini, Sebastien Halpern-Bernardo Graue, resultado que dejado muy satisfechos a los argentinos, que nunca habían subido al podio en una carrera internacional.
A menos de un minuto, Vladimir Vasilyev-Oleg Uperenco, competitivos aun con su veterano BMW X-5.
Lucio Álvarez, al que navegó nuestro Armand Monleón, solo pudieron ser quintos, haciendo kilómetros cara al Dakar.
Un lugar más atrás, Pryzgonsky-Gottshalk completando el buen resultado de conjunto de los prototipos X Raid de dos ruedas motrices.
En el séptimo lugar, el primer buggie ligero. El Can Am de los polacos Marek Gozcal-Lucas Laskaviek, un tándem a tener en cuenta por que cada vez son más competitivos.
Buen debut de Laia Sanz y Mauruzio Guerini con el Mini. En plena fase de adaptación, estuvieron siempre en puestos destacados. Tan solo en la segunda etapa, problemas con la navegación y una enganchada en las dunas les hicieron perder tiempo impidiendo así un resultado mejor.