Es lo que deben pensar nuestros deportistas que aun siguen en carrera ya que a estas alturas con todo lo pasado lo que mas se teme es el fallo o el error que impida terminar la carrera. Sainz-Cruz han perdido alrededor de un cuarto de hora por un pinchazo y una avería en el cambio de su Peugeot, pero mantienen casi tres cuartos para abordar los dos últimos días en los que tampoco podrán relajarse.
El Sodicars de Esteve-Pujol ha sufrido una avería en la bomba de agua que les ha hecho tener que esperar a la asistencia perdiendo dos horas, recuperando tiempo después, siendo en el día vigésimo sextos lo que les mantiene en un magnifico vigésimo tercero de la general.
Fuertes-Vallejo mantienen intactas sus aspiraciones de destacar tanto en la clasificación de dos ruedas motrices como en la de debutantes. Su SsangYong ha sido trigesimo tercero en la etapa y se mantiene entre los treinta primeros de la general.
De epopeya puede tratarse la actuación de Gutíerrez-Moiset. Llevan tres días rodando en el umbral de la exclusión por exceso de tiempo. Dormir los deportistas o sus mecánicos es ciencia ficción y solo piensan en avanzar. Han sufrido averías en el turbo, de embrague y de dirección, e incluso la piloto burgalesa ha debido ser remolcada por su camión de asistencia, pero siguen en carrera con su Mitsubishi.
Mucho mejor les va a Peña-Tornabell. Su Polaris, ha hecho podio en la etapa y son también terceros de la general, teniendo la misión de defender su tercer puesto del podio en los dos días de carrera. Por ultimo en camiones, Herreros-Celma en las profundidades de la tabla siguen en carrera con su Mercedes 6×6 como sus compañeros de equipo Sabaté-Tibau, que caen de los veinte primeros de la tabla.